castellano

LITERATURA CASTELLANA
EL RENACIMIENTO



LÍRICA DEL SIGLO XVI (a)
Textos y actividades

Zoreez Abbas
B1A

Garcilaso de la Vega: Égloga III





Estrofas VIII-X

8
Cerca del Tajo en soledad amena
de verdes sauces hay una espesura,
toda de yedra revestida y llena,
que por el tronco vahasta la altura,
y así la teje arriba y encadena,
que el sol no halla paso a la verdura1;
el agua baña el prado con sonido
alegrando la vista y el oído.

9
Con tanta mansedumbre el cristalino
Tajo en aquella parte caminaba,
que pudieran los ojos el camino
determinar apenas que llevaba2.
Peinando sus cabellos de oro fino,
una ninfa del agua do3 moraba
la cabeza sacó, y el prado amenovido4 de flores y de sombra lleno.

10
Movióla5 el sitio umbroso, el manso viento,
el suave olor de aquel florido suelo;
las aves en el fresco apartamiento
vio descansar del trabajoso vuelo;
secaba entonces el terreno aliento
el sol subido en la mitad del cielo;
en el silencio sólo se escuchaba
un susurro de abejas que sonaba.









Estrofas XXV-XXXII

25
La blanca Nise notomó a destajo6
de los pasados casos la memoria
y en la labor de su sutil trabajo
no quiso entretejer antigua historia7;
antes mostrando de su claro Tajo
en su labor la celebrada gloria,
lo figuró en la parte donde él baña
la más felice tierra de la España8.

26
Pintado el caudaloso río se vía9,
que en áspera estrecheza reducido,
un monte casi alrededor ceñía
con ímpetu corriendo y conrüido;
querer cercallo10 todo parecía
en su volver, mas era afán perdido;
dejábase correr en fin derecho,
contento de lo mucho que había hecho.

27
Estaba puesta en la sublime cumbre
del monte, y desde allí por él sembrada
aquella ilustre y clara pesadumbre
de antiguos edificios adornada.
De allí con agradable mansedumbre
el Tajo va siguiendo su jornada,
y regando los campos yarboledas
con artificio de las altas ruedas11.






28
En la hermosa tela se veían
entretejidas las silvestres diosas
salir de la espesura, y que venían
todas a la ribera presurosas,
en el semblante tristes, y traían
cestillos blancos de purpúreas rosas,
las cuales esparciendo derramaban
sobre una ninfa muerta, que lloraban.

29
Todas con el cabello desparcido
lloraban una ninfadelicada,
cuya vida mostraba que había sido
antes de tiempo y casi en flor cortada12.
Cerca del agua en el lugar florido,
estaba entre las hierbas degollada,
cual queda el blanco cisne cuando pierde
la dulce vida entre la hierba verde.

30
Una de aquellas diosas, que en belleza,
al parecer, a todas excedía,
mostrando en el semblante la tristeza
que del funesto y triste caso habíaapartado algún tanto, en la corteza
de un álamo estas letras escribía
como epitafio de la ninfa bella,
que hablaban así por parte de ella.

31
"Elisa13 soy, en cuyo nombre suena
y se lamenta el monte cavernoso,
testigo del dolor y grave pena
en que por mí se aflige Nemoroso,
y llama ¡Elisa!... ¡Elisa! a boca llena
responde el Tajo, y lleva presuroso
al mar de Lusitania el nombre mío,
dondeserá escuchado, yo lo fío14."







32
En fin en esta tela artificiosa
toda la historia estaba figurada,
que en aquella ribera deleitosa
de Nemoroso fue tan celebrada;
porque de todo aquesto y cada cosa
estaba Nise ya tan lnformada,
que, llorando el pastor, mil veces ella
se enterneció escuchando su querella15.


Estrofas XXXIX-XLVII

39
TIRRENO
Flérida, para mí dulce ysabrosa
más que la fruta del cercado ajeno,
más blanca que la leche, y más hermosa
que el prado por abril de flores lleno:
si tú respondes pura y amorosa
al verdadero amor de tu Tirreno,
a mi majada16 arribarás primero
que el cielo nos muestre su lucero17.

40
ALCINO
Hermosa Filis, siempre yo te sea
amargo al gusto más que la retama18,
y de ti despojado yo me vea,
cual queda el tronco...