Castigo Generalizado Focault

EL CASTIGO GENERALIZADO – FOUCAULT
Reforma penal del S 18 Hay que castigar de otro modo, deshacer el enfrentamiento físico del soberano con el condenado; se trata de que las penas sean más moderadas y proporcionadas a los delitos y que las muertes se dicten contra los asesinos y los suplicios sean abolidos. Es preciso que la justicia castigue en lugar de vengarse. El objetivo es respetar lahumanidad de la persona cuando se castiga. En el Siglo 19, el criminal será blanco de la intervención penal, en el objetivo que pretende corregir y transformar. El castigo debe tener la “humanidad” como medida.
En el siglo 17 bajaron los crímenes de sangre, y agresiones físicas, los delitos contra la propiedad reemplazan a los crímenes violentos, el robo y la estafa a las muertes, las heridas ylos golpes. La organización interna de la delincuencia se modifica. Hay un suavizamiento de los crímenes antes que un suavizamiento de las leyes. Esta transformación no puede separarse de procesos subyacentes y de una modificación en el juego de presiones económicas, de una elevación general del nivel de vida, de un fuerte crecimiento demográfico, de una multiplicación de las riquezas y de laspropiedades y de la “necesidad de seguridad que es una de sus consecuencias”.
La derivación de una criminalidad de sangre a una delincuencia de fraude forma parte de un mecanismo complejo, en el que figuran el desarrollo de la producción, el aumento de las riquezas, una valorización jurídica y moral más intensa de las relaciones de propiedad, métodos de vigilancia más rigurosos.
Lo que se perfilaes sin duda menos un respeto nuevo a la humanidad de los condenados, que una tendencia a una justicia más sutil y más fina, a una división penal en zonas más estrechas del cuerpo social. Según un proceso circular, el umbral de paso a los crímenes violentos se eleva, la intolerancia por los delitos económicos aumenta, los controles se hacen más densos y las intervenciones penales más precoses ymás numerosas a la vez. El verdadero objetivo de la reforma no es fundar un nuevo derecho de castigar a partir de principios más equitativos sino establecer una nueva economía del poder de castigar, asegurar una mejor distribución de este poder; que no esté centralizado sino partido homogéneamente susceptible de ejercerse en todas partes, de manera continua y hasta el grano más fino del cuerposocial; es una justicia más sutil y más fina. El castigo se generaliza. Lo que se pretende es una nueva economía política del poder de castigar. Los objetivos de la reforma eran: hacer del castigo y de la represión de los ilegalismos una función regular, no castigar menos sino castigar mejor, castigar menos severamente para castigar con más universalidad; introducir el poder de castigar másprofundamente en el cuerpo social. La reforma del derecho criminal debe ser leída como una estrategia para el reacondicionamiento del poder de castigar, según unas modalidades que lo vuelven más eficaz, más constante y mejor detallado en sus efectos.
En la segunda mitad del siglo 18 con el aumento general de las riquezas, y el gran empuje demográfico, el blanco principal del ilegalismo popular tiende aser los bienes: el hurto y el robo tienden a reemplazar al contrabando y la lucha armada contra los agentes del fisco. Y en esta medida, los campesinos, los granjeros y los artesanos resultan ser la víctima principal. El paso a una agricultura intensiva ejerce una presión cada vez más apremiante sobre los derechos de uso, sobre las tolerancias, sobre los pequeños ilegalismos admitidos. Elilegalismo de los derechos, que asegura con frecuencia la supervivencia de los más desprovistos, tiende a convertirse con el nuevo estatuto de la propiedad, en un ilegalismo de bienes. Y por tanto, habrá que castigarlo. Este ilegalismo se vuelve intolerable en la propiedad comercial e industrial: el desarrollo de los puertos, la aparición de los grandes depósitos donde se acumulan las mercancías, la...