Catecismo de la doctrina cristiana del tercer concilio limense
CATECISMO DE LA DOCTRINA CRISTIANA DEL TERCER CONCILIO LIMENSE
SERIE: TESTIGOS DE LA CULTURA CATÓLICA SANTO TORIBIO: IV CENTENARIO
HECHO EL DEPÓSITO LEGAL EN LA BIBLIOTECA NACIONAL DEL PERÚ N° 2006-1358
DONACIÓN: DOS SOLES
CATECISMO DE LADOCTRINA CRISTIANA DEL TERCER CONCILIO LIMENSE SANTO TORIBIO MOGROVEJO Lima 1583
Edición conmemorativa en el IV Centenario de la muerte del Santo Lima 2005
INTRODUCCIÓN Monseñor Juan Luis Cardenal Cipriani Thorne, actual Arzobispo de Lima y Primado del Perú, al exhortar a todos los fieles que vivan el Año Jubilar de Santo Toribio concedido por el Papa Benedicto XVI, nos explica: Contemplar lafigura de Santo Toribio Alfonso de Mogrovejo es contemplar la figura de un Obispo que promueve santidad, que se entrega con exuberante generosidad a su ministerio evangelizador superando las dificultades e inconvenientes que pueda encontrar. Preocupado por la enseñanza, padre de los pobres, defensor de los naturales, buen organizador de las estructuras eclesiásticas, promotor de las vocaciones queextiendan el reinado del amor divino, y muchas más obras como Pastor de almas. Y nos indica que “este año jubilar, dentro del marco de la Gran Misión «Remar Mar Adentro», se muestra muy favorable para profundizar en el estudio serio y responsable del Catecismo de la Iglesia y en la práctica de los sacramentos de la Reconciliación y de la Eucaristía.” El propio Catecismo de la Iglesia Católicaafirma en su introducción que “el ministerio de la catequesis saca energías siempre nuevas de los Concilios. El Concilio de Trento suscitó en la Iglesia una organización notable de la catequesis; promovió, gracias a santos obispos y teólogos como S. Pedro Canisio, S. Carlos Borromeo, S. Toribio de Mogrovejo, S. Roberto Belarmino, la publicación de numerosos catecismos.” Con la publicación delCompendio del Catecismo (junio 2005) se hace más interesante, si cabe, esta misión. Benedicto XVI, al presentarlo, manifestó su confianza en que ayude a “la Iglesia entera y a cada cristiano en particular, para que, por medio de él, cada cual pueda encontrar, en este tercer milenio, nuevo impulso para renovar el compromiso de evangelización y educación de la fe que debe caracterizar a toda comunidadeclesial y a cada creyente en Cristo de cualquier edad y nación.” En fidelidad al Catecismo de la Iglesia Católica, aporta la novedad del estilo dialogal para adaptar la exposición de la fe a cada destinatario; por su parte, el uso de imágenes le servirá para retomar la belleza. Es sorprendente la coincidencia del primer número del Compendio (“Dios, en un designio de pura bondad, ha creado librementeal hombre para hacerle partícipe de su vida bienaventurada”) con el Limense, en la primera parte del denominado Catecismo Mayor: “El Señor y Hacedor de todo creó al hombre para que le viese y gozase en el cielo, y todo demás hizo para que ayude al hombre a alcanzar aquella vida bienaventurada”. A más de cuatro siglos de distancia, podemos aplicar al Catecismo Limense los frutos deseados
por elPapa al Compendio: un aumento en el conocimiento de la fe, que “aumente también la alegría que de ella brota” y lleve a los católicos a ser “testigos entusiastas y capaces de transmitir entusiasmo.” (Benedicto XVI, 5 de noviembre de 2005) Pienso que los instrumentos catequéticos elaborados en el seno del Tercer Concilio Limense de 1583, y que guiaron la pedagogía evangelizadora de toda la Iglesiade América del Sur por tres siglos, tienen las notas aplicadas por el Papa Benedicto XVI al Compendio, “brevedad, claridad e integridad” y se dirigen asimismo “a toda persona que, viviendo en un mundo dispersivo y lleno de los más variados mensajes, quiera conocer el Camino de la Vida y la Verdad, entregado por Dios a la Iglesia de su Hijo”. En castellano, quechua, aymara y diversas lenguas de...
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