catedrales
La sala es fría, blanca y aséptica. Estoy tumbado en una camilla, inmovilizado de pies y manos. En mi cabeza han colocado una corona de transmisión de datos, con la que los doctores volcarán elcontenido de mi cerebro en una cápsula cerebral C2505. Estoy nervioso, inquieto, tengo la garganta seca y mi pulso está acelerado. La vida que me espera -si el experimento tiene éxito-, seráprobablemente muy extraña, y con seguridad, imprevisible.
Falta poco para iniciar el proceso de transmisión, mis músculos están en tensión, respiro con dificultad, los minutos son ahora eternos. El equipomédico está en su puesto realizando los preparativos previos. Irmann, el jefe del proyecto, me mira a través de la pantalla de cristal y me brinda una sonrisa lacónica.
------------------------------->TRANSMISIÓN CEREBRAL INICIADA
La sala oscurece lentamente. Siento un ligero hormigueo en mi cabeza, mis ojos se cierran pesadamente contra mi voluntad. Ahora percibo un leve mareo, es como si flotaraen el cielo lleno de negras nubes, cada vez me resulta más difícil notar mi cuerpo. Muevo los dedos de las manos, siguen obedeciendo a mis impulsos, esto me tranquiliza un poco. Mi ritmo cardiacodisminuye y una sensación de vacío se apodera de mí.
Ahora mis recuerdos pasan frente a mí, las imágenes de cuando era un niño se suceden una tras otra a gran velocidad, Y ahora mi adolescencia: elentierro de mi padre, mi madre cogiéndome de las manos mientras llora. Y finalmente, vuelan ante mí los recuerdos de Ingrid: sus intensos besos, sus oscuros e insondables ojos me miran…Ingrid…Ingrid…...
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