Catequesis de JPII

Catequesis de Juan Pablo II

La Iglesia en el Credo (10.VII.91)
“Creo en la Iglesia una, santa, católica y apostólica”.
Existe una unión directa entre el Espíritu Santo y la Iglesia, es el que la vivifica.
La Iglesia es en Cristo como un sacramento, signo e instrumento de la unión íntima con Dios.
La unidad de la Iglesia es una realidad primordial y esencial en la Iglesia y no sóloun ideal hacia el que se tiende para alcanzarlo en un futuro desconocido.
La unidad de la Iglesia siempre se vio amenazada pero es el Espíritu el que la mantiene unida.
La Iglesia es santa en virtud de su origen e institución divina; por su fin (gloria de Dios) y por sus medios (revelación, mandamiento de la caridad, sacramentos, etc.).
La Iglesia es también por institución católica, universal.Esta dimensión profunda se funda en el poder universal de Cristo resucitado y en la acción universal del Espíritu Santo.
La Iglesia es también apostólica, es decir edificada por Cristo y en Cristo sobre los Apóstoles, de quienes recibió la verdad divina revelada.

El nombre de la Iglesia (20.VII.91)
El término que se utiliza en la traducción de los LXX (S II a. C.) que traduce por Iglesia enMt. 16,18, es ekklesia; que a su vez traduce el hebreo qahal y el arameo qahalá. Ambos términos significan reunión o asamblea.
Ekklesia → kalein = llamar.
La asamblea se caracterizaba por la voluntad de quien la convocaba y por la finalidad con que se convocaba.
Cuando en el A. T. se habla de la comunidad del pueblo elegido, subraya el significado religioso, más aún, teocrático del puebloelegido y convocado, proclamando explícitamente su pertenencia al Dios único.
La Iglesia es la nueva comunidad de los hombres, instituida por Cristo como una convocación de todos los llamados a formar parte del nuevo Israel para vivir la vida divina, según las gracias y las exigencias de la Alianza establecida en el sacrificio de la Cruz.
Primer paso escuchar la Palabra de Dios.

Si a la Iglesia(24.VII.91)
La Iglesia es para nosotros objeto y sujeto de fe. Somos la Iglesia en la que confesamos creer.
La Iglesia manifiesta su fe en su propia realidad humana y divina; reflejo de la realidad divino – humana de Cristo.
Existe una división que hacen algunos de Cristo si, Iglesia no.
Contra esto vale la debilidad manifestada de Pedro, a quien el Señor no cambió en su designio de Pastorsupremo de la misma Iglesia.
La condición pecaminosa de la Iglesia no debe generarnos un rechazo, sino una aceptación más generosa y confiada de la Iglesia.
En la Iglesia y mediante la Iglesia la pecaminosidad se transforma en objeto de la potencia divina de la redención.
Verificar que ese “no a la Iglesia” no sea en realidad una renuncia a las exigencias que plantea el seguimiento de Cristo; nitampoco consecuencia de un rechazo a la mediación (entre Dios y yo no hay nadie).
No olvidar que el único mediador entre Dios y los hombres es Cristo, y que Él instituyó la Iglesia como comunidad de salvación.
También existe como causa del rechazo a la Iglesia, incluso al mismo Dios, la conciencia de una autonomía total por la cual el hombre no depende de nadie y es capaz de determinar lo bueno ylo malo.
Muchos de quienes se proclaman “libres” de toda dependencia, terminan siendo esclavos de la opinión pública, de las presiones sociales o de las propias pasiones.

La Iglesia en el designio eterno del Padre (17.VII.91)
La Iglesia constituye, en Cristo y con Cristo, una parte esencial de la economía universal de la salvación.
Análisis del texto de Ef. 3, 9.11.
La Iglesia se insertaen un plano “cósmico”, el de unir todas las cosas en Cristo – Cabeza.
El Padre estableció convocar a quienes creen en Cristo en la santa Iglesia, que ya fue prefigurada desde el origen del mundo. (L. G. 2)
La Iglesia es fruto del infinito amor divino que une al Padre con el Hijo en el seno de la Trinidad: en virtud de ese amor, el Padre a querido reunir a los hombres en su Hijo.
En esa fuente...