cavernas- Platon
PUBLICADO EL 27 SEPTIEMBRE 2010
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SARA ORTIZ ROUS
Platón, además de un hito esencial dentro de la filosofía occidental, es un estupendo narrador de mitos, que no solo ocupan cierta extensión en su obra filosófica, sino que destacan en el conjunto de las páginas platónicas porsu fuerza poética y plástica, su seducción intelectual. El mito impacta la imaginación y deja un rastro fascinante en la memoria.
Resulta sorprendente que Platón no renuncie –ni siquiera en La república, un diálogo de una alta elaboración filosófica– a los mitos como forma de expresar la verdad; de hecho, recoge quizá los más discutidos y enormes de toda la Historia.
Uno de ellos es el temade este artículo: el mito de la caverna.
Imaginemos una caverna bajo tierra, en la que los espectadores están sentados de espaldas a la entrada y de cara a la pared. Estos espectadores están cautivos, atados con cadenas, de manera que solo pueden mirar hacia la pared del fondo. De la caverna sale un camino en pendiente, áspero, hacia el exterior. Para los espectadores es como si no existierala luz natural; de ahí la necesidad de un fuego bien dispuesto. Hay una tapia entre el fuego y los espectadores, y entre ella y el fuego desfilan hombres portando objetos. Estos objetos proyectan sombras en la pared de la cueva, y esas sombras son lo único que ven los espectadores. Además, la pared-pantalla tiene eco, y por eso para los cautivos parecen venir de ella las palabras que pronuncian loshombres que pasan detrás de la tapia. Un Platón de nuestro siglo hubiera supuesto un micrófono y un altavoz.
Queda claro que las sensaciones son totalmente indirectas. Los prisioneros solo ven sombras producidas no por la luz natural del sol, sino por algo que es su remedo: el fuego (sombra del sol), y no oyen la voz humana, sino el eco (sombra de la voz). Viven entre sombras de sombras. Esasí como se nos hace del todo patente lo miserable de su condición. No tienen conciencia ni de sí mismos ni de cuanto les rodea, y como están atados, no pueden ver ni concebir otra realidad distinta, ni que exista otra vida diferente de la que ellos mismos llevan.
Platón afirma que los prisioneros de la morada subterránea son iguales a nosotros, por extraño que a primera vista pueda parecer. Elestado físico de estos trogloditas es, en lo espiritual, el estado general de la Humanidad. Tenemos de nosotros mismos y de lo que nos rodea visiones deformadas por los prejuicios, pasiones, modas y distorsiones de toda índole, que nos mantienen encorvados y fija la mirada en una sola dirección: los intereses de los amos de la caverna.
Nos propone Platón que desatemos a uno de los prisioneros.Debido al tiempo que lleva en esa posición, tendrá los músculos entumecidos y le costará ponerse en pie y caminar, pero aunque resulte difícil, le obligaremos a subir por el sendero que conduce al exterior.
Al acercarse a la boca de la caverna, quedará deslumbrado por la claridad solar, le dolerán los ojos, creerá haberse vuelto loco y querrá volver a la tranquilidad de la caverna donde todo eraconocido. Para acostumbrarse deberá empezar a observar de noche, con la luz de las estrellas y de la luna. Luego, podrá ver de día las imágenes reflejadas en las aguas y las sombras; más tarde verá los árboles, los pájaros, las fuentes, podrá mirar las cosas en sí, y, finalmente, será capaz de ver el sol. y de darse cuenta de que gracias a él existe todo y que es la causa de la vida.
Mares detinta se han vertido sobre la interpretación de la caverna, y como todo mito, tiene diferentes claves, unas visibles y otras más veladas. Vamos a relacionar la caverna con la línea de conocimiento de Platón. Con esto pasamos ya del sentido literal a su sentido alegórico, simbólico, prolija y expresamente declarado por Platón mismo.
La caverna corresponde al primer segmento, representando el...
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