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Conciliación, todavía pendiente en la sociedad


La conciliación sigue siendo un tema pendiente en la vida diaria. Si bien en países mas avanzados se ha dado un puntapié con políticas que parecen dar una bocanada de aire fresco a la situación de las mujeres y de las familias del país; siguen siendo, en su mayoría, las féminas quienes continúan haciendo malabares para poder coordinar el cuidadode los hijos y las tareas del hogar con el trabajo y la vida personal.

Si bien la mujer siempre ha trabajado, ya sea en el hogar como fuera de casa, la incorporación de ésta al mercado laboral remunerado ha implicado que deba hacer frente a aquello que destacadas autoras definen como la “doble -o hasta la triple- jornada laboral”, motivando con ello uno de los cambios sociales más profundos deeste siglo.

Es decir, por un lado la mujer trabaja fuera de casa, pero, por el otro, al salir del trabajo, y aún contando con el apoyo de abuelos, familiares, amigos o –hasta quien se lo permite-, niñera, es en ella en quien recae la responsabilidad de la mayor parte de los quehaceres que implican el funcionamiento de la vida familiar y la crianza de los hijos. Buscarlos a la salida delcolegio, ayudarlos a hacer los deberes, ir a las reuniones de padres, preparar la cena, limpiar la casa, lavar la ropa, etc. Tareas que no dejan de ejercerse con amor pero que suponen tiempo y disponibilidad, dos elementos que siempre se han señalado como imprescindibles en la lista de deberes exclusivos de las mujeres y que se encuentran con un marco insuficiente de políticas de estado que promuevan laigualdad de responsabilidades de hombres y mujeres.

De allí que compartir responsabilidades dentro del hogar y en relación al cuidado de los hijos sea una de las reivindicaciones más latentes que las mujeres llevaron a cabo a partir de la segunda mitad del siglo XX. Una proclamación que recién se plasmó en la IV Conferencia mundial sobre las mujeres, celebrada en Pekín en septiembre de 1995 yque fue reafirmada en la Declaración aprobada por los 189 Estados entonces reunidos. En esa instancia se consideró como objetivo estratégico fomentar la armonización de responsabilidades laborales y familiares entre los dos sexos.

En España, estas premisas vieron la luz recién con la Ley 39/1999, de 5 de noviembre, para promover la conciliación de la vida familiar y laboral de las personastrabajadoras. Aunque en ella se trató fundamentalmente el análisis de la situación de los trabajadores y trabajadoras en cuanto a permisos y excedencias relacionadas con la maternidad, paternidad y el cuidado de la familia, entre otros aspectos, representó un paso hacia adelante en el concepto de conciliación. Desde esta órbita, conciliar significa formar una plataforma de cooperación y compromisoentre hombres y mujeres capaz de lograr un reparto equilibrado de responsabilidades en la vida profesional y en la vida privada de cada uno de los integrantes de la familia, con el fin de que cada persona y su familia puedan desarrollarse en sus plenas capacidades.

En el 2007, la aprobación de la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres implicó lasanción de nuevas medidas capaces de configurar un sistema que respondiera a las nuevas relaciones sociales surgidas y a un nuevo modo de cooperación y compromiso entre mujeres y hombre. La nueva normativa trajo a colación la revisión y modernización de los temas ya planteados en la anterior Ley así como importantes consideraciones relacionadas con el derecho de igualdad de oportunidades y otrasconsideraciones que permitieron abrir un nuevo capítulo en esta materia.

A nivel institucional, la medida dio origen a un régimen de premios para las empresas que, en sus políticas laborales, promovieran dicha conciliación en todos o algunas de sus dimensiones. En casos prácticos, destacando a aquellas organizaciones que abogaran por una adecuada repartición de tareas entre el hombre y la mujer,...