Cecilio Acosta Y Juan V. Gonzalez

Como en un cuento de hadas llegaste tu a iluminar con tu carita mi camino, todo era hermoso, todo una fantasía creíble, todas la hadas velaban a la media noche por toda una villa de colores, todo suresplandor era como un sol de alegría, o simplemente como estrellas de amor, aunque estas hadas no eran de un solo color, su gama de colores eran mágicos, iban desde rosa, verde, azul, hasta amarillo,naranja, turquesa y bermellón… Estos resplandores iluminaban mi mente como cual niña, pensaba en que tal vez era irreal, porque era todo perfecto, su forma de ser mi inspiraba a mejorar y a descubrirun mundo lleno de hadas y fantasía, claro ya lo veía pero mi mente entraba en duda siempre, imaginar especies no existentes, especies extinguidas con un toque mío vigentes en mi mente. Pero yafaltaba poco para partir, solo tenía unos escasos minutos para ver aquello tan precioso, pero cada noche luego de verlas, las recordaba, bellos recuerdos consecutivos y me llenaban de alegría, inspiración,amor, emoción y muchas ganar de volver al mágico lugar, temía que al siguiente día fuera imposible verlas.
Duré un tiempo sin ver aquel lugar, temía olvidar los colores mágicos que me mostraron,temía olvidar el canto de todos en sus labores, temía olvidar aquellas golosinas de nubes que comía, temía el no poder regresar al lindo lugar.
Pero para no olvidarlo siempre recordaba ese lugarinolvidable, todo un paraíso natural, mágico, especial, recordar como todas esas personas vivían muy felices junto a las hadas, duendes, compartiendo todos sus bienes como una gran familia, pero estas personasno eran nada común, estos seres eran ángeles celestiales que cuidaban aquel reino o mundo ángeles guardianes y educadores, con caras claras, vestidos blancos y cian con cadenillas de oro y plata ensus vestidos y alas tan blancas como la nieve que caía esta noche.
Hoy la gente por el parque regresa de celebrar la llegada de la navidad, hacía mucho frío por cierto, pero igual los niños...