cecilio acosta

RCL se precia en ofrecerles, desde el mes de noviembre de 2012 y por entregas, las biografías de quince católicos venezolanos del siglo XIX, escritas por el Dr. Naudy Suárez, con prólogo del autor. En esta séptima entrega, se presenta la reseña biográfica de Cecilio Acosta.—

Quince católicos venezolanos del siglo XIX y la política
Prólogo
Entre 1800 y 1900, un manojo de venezolanoseminentes coincidieron en el designio de pensar y hacer una política nacional de inspiración cristiana.
Desde dicho punto de vista, probablemente en todos los mismos se cumplió lo que de sí mismo estampó uno de ellos, Juan Vicente González, en 1859: “hemos vivido siempre en el seno del catolicismo y… nuestras doctrinas políticas y filosóficas manan de allí…”
Al primero de ellos, el jurista Juan GermánRoscio, autor del acta de independencia de Venezuela, declarada “en nombre de Dios Todopoderoso”, tocó, por propia voluntad, asumir con pasión y perseverancia, entre 1811 y hasta su muerte, en 1821, un reto absolutamente original: intentar conciliar con el catolicismo la nueva forma republicana de gobierno entonces inaugurada en nuestro país, por la vía de demostrar que, contra lo enseñado en tressiglos de coloniaje, la Biblia prefería la república a la monarquía.
Otros se consagrarán, sobre todo a partir de 1830, a darle forma en nuestro país a una suerte de liberalismo cristiano. De uno de ellos, el cumanés Estanislao Rendón, se atrevió a decir en homenaje póstumo uno de sus discípulos, José Silverio González: “Era liberal porque era cristiano y era cristiano en toda la plenitud delEvangelio”.
En esa condición, hombres como los citados González y Rendón o Felipe Larrázabal estuvieron detrás de decisiones del calibre de la que proscribió la pena de muerte, en 1849, o de la que abolió la esclavitud en1854. A Rendón parece haberse debido también, inclusive, la preparación del decreto gubernamental que en 1834 abrió campo entre nosotros a la libertad de cultos.
Este trabajoestá destinado a contribuir a saldar la casi general ausencia que afecta, en la escritura de la historia política decimonónica de Venezuela, a la parte que habría jugado en ella tales cristianos políticamente comprometidos. Con un tanto de favorable viento de cola se abordará, tal vez, más adelante el caso de sus homólogos en el pasado siglo XX.

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CECILIO ACOSTA
(San Diego de los Altos,Edo. Miranda, 1818 – Caracas, 1881)
Una bien conocida semblanza póstuma de Cecilio Acosta hecha por el cubano José Martí, quien tuvo ocasión de conocerlo, habló de su “…cabeza altiva, que fue cuna de tanta idea grandiosa”.
Nativo de un pueblo aledaño de Caracas, huérfano de padre a los 10 años, hizo Acosta estudios, que no concluyó, en el seminario tridentino de la capital, bajola protección del arzobispo Mariano Fernández Fortique, para terminar de graduarse de licenciado en filosofía (1842) y en derecho (1848) en una universidad que coexistía con el mismo seminario clerical.
La coyuntura electoral de 1846 –caracterizada por un enfrentamiento entre el gobierno del general Carlos Soublette y el partido liberal que, del plano puramente electoral pasará al de loshechos, mediada la rebelión de Francisco Rangel y Ezequiel Zamora, servirá para que Acosta, liberal moderado, se parcialice por el gobierno y por quien era el verdadero pilar de la república venezolana refundada en 1830, el general José Antonio Páez.
Titular de las cátedras universitarias de Legislación Universal, Civil y Criminal y de Economía Política desde 1853, fue despojado de lasmismas al año siguiente por decisión del gobierno encabezado por el general José Gregorio Monagas.[1]
Reconciliado, al parecer, en 1855, con la subsiguiente administración presidencial del general José Tadeo Monagas, al inaugurarse ésta, dirigió Acosta al caudillo oriental un discurso, a nombre de la Universidad de Caracas del que formó parte esta frase: “Dios, luz, unión y libertad y la...