Cecy angulo poemas
No me mueve, mi Dios, para quererte,
el cielo que me tienes prometido;
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme al verte
Clavado en una Cruz y escarnecido;
muéveme el ver tu cuerpo tan herido;
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque nohubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera;
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero, te quisiera.
Anónimo español, siglo XVI
SI, POBRE VIEJECITA Amado Nervo
Si, pobre viejecita, ya ninguno te escucha!
Los fastidias a todos con tu buena memoria.
Tu lentitud es grande; su frivolidad, mucha... Y te huyen porque siempre narras la misma historia.
Pero yo soy paciente, y sentado a tu puerta, escucharé.
No temas; puedes hablar tranquila,
mientras menea el viento las ramas de la huerta
y se muere a lo lejos un crepúsculo lila.
Déjalos que se vallan, en su atolondramiento,
a decir ellos y ellas, palabras mentirosas,
y cuéntame abuelita tu mismo viejo cuento,
al compás detus manos largas y sarmentosas.
AMADO NERVO
LA TRISTEZA DEL INCA
Jose Santos Chocano
Este era un Inca triste, de soñadora frente,
de ojos siempre dormidos y sonrisa de hiel,
que recorrió su imperio, buscando inutilmente
a una doncella hermosa y enamorada de él.
Por distraer sus penas, el Inca dió en guerrero;
puso a su tropa en marcha y el broquel requirió;
fue sembrandodespojos sobre cada sendero
y las nieves mas altas con su sangre manchó.
Tal, sus flechas cruzaron inviolables regiones,
en que apenas los rios se atrevian a entrar;
y tal fue, derramando sus heroicas legiones:
de la selva a los andes de los andes al mar.
Fue gastando las flechas que tenía en su aljaba,
una vez y otra y otra, de región en región,
porque cuando salía victorioso,lograba
levantar la cabeza, pero no el corazón.
Y cansado de tanto levantar la cabeza,
celebró bailes magnos y banquetes sin fin,
pero no logra nada disipar su tristeza,
ni la sangre del choque, ni el licor del festín.
Nada entraba en el fondo de su espiritu oculto:
ni las cándidas ñustas de dignástico rol,
ni los cirios de Quito, consagradas al culto,
ni del Cuzco,tampoco, los vestales del sol.
Fue llamado el más viejo sacerdote; Adivina
este mal que me aqueja y el remedio del mal;
dijo al gran sacerdote, con voz trémula y fina,
aquel joven monarca, displicente y sensual.
-Ay,senor! - dijo el viejo sacerdote - Tus penas
remediarse no pueden; tu pasión es mortal.
La mujer que has ideado tiene anil en las venas
un trigal en los bucles y en laboca un coral.
- Ay, senor! - ciertos dias vendran hombres muy blancos,
Ha de oirse en los bosques el marcial caracol:
cataratas de sangre colmaran los barrancos,
y entrarán otros dioses en el Templo del Sol.
La mujer que has ideado pertenece a tal raza,
vanamente la buscas en tu innumera grey,
y servirte no pueden oración ni amenaza,
porque tiene otra sangre, otro dios yotro rey
Cuando el rito sagrado le mando optar esposa,
hizo astillas el cetro con vibrante dolor,
y aquel joven monarca se enterró en una fosa
y pensando en la rubia fue muriendo de amor.
Castellana: Tú ignoras todo el mal queme has hecho.
Castellana. Recuerda que nací en el Perú.
La tristeza del Inca va llenando mi pecho;
Y quién sabe... quién sabe si la rubia eres tú
LOS PERICOSPASAN
Alfredo Espino
La tarde despierta de su sueño, cuando
La alígera nube despunta cantando…
Una nube de alas…una alegre nube
Que baja, que sube…
Son ellos. Se alejan entre llano y cielo.
Son las esmeraldas de un collar en vuelo…
Bulliciosamente
trazan una verde curva en el ambiente.
¿Van a los palmares de ondeante abanico?
Ellos van a donde les apunta el pico…
Se...
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