celestina

CELESTINA Y SUS MUCHAHAS: ELICIA Y AREÚSA. LA
PROSTITUCIÓN EN LA TRAGICOMEDIA DE CALISTO Y
MELIBEA
BREVE ESTUDIO SOBRE LA PROSTITUCIÓN EN EL SIGLO XV

Alberto Ciruelos Enjuto / 2º de Humanidades
Para la realización de este trabajo ha sido usado el libro de La Celestina en la
edición crítica de Dorothy Sherman Severin, editorial Cátedra, Letras Hispánicas en su
vigesimoprimera edición. Deforma introductoria, comentaré parte del origen y el
panorama de la prostitución en el mundo urbano del XV (al cual pertenecía Rojas)
profundizando en la prostitución clandestina y lo que esto aparejaba en su entorno. Más
tarde, analizaré brevemente las figuras de Elicia y Areúsa, para luego poner en relación
la obra analizada con la situación histórica descrita.
La prostitución es una laboranciana como el mundo mismo. El intercambio de
sexo a cambio de favores existe desde que existen el sexo y los favores, lo cual nos
remonta hasta quién sabe dónde. Se conocen regulaciones sobre la prostitución ya en el
código de Hammurabi, soberano amorrita del Imperio Paleobabilónico que reinó entre
los años 1792 y 1750 a.C. Además, numerosas referencias bíblicas tratan sobre el
asunto, lamás temprana, la historia de Judá y Tamar1, que describe asimismo la forma
en la que actuaban las prostitutas hebreas de aquellos tiempos. Solón, el tirano ateniense
del S VI a.C., reguló la apertura de un burdel de propiedad pública, tipología que a la
postre será influyente en la obra que a continuación trataremos.
Tal como en el Libro de buen amor se declaraba, el «aver juntamiento con fembra2

plazentera». Se consideraba en la edad media un mal necesario para mantener el

equilibrio y el buen juicio en el varón. Era la prostitución por tanto un mal aceptado por
la mayoría de forma tácita, y en un principio, la prostitución bajomedieval, en un limbo
jurídico similar al actual, pasó a ser regulada y manejada más tarde por el estado. Todo
ello con tintes de servicio público yregulaciones desde los poderes establecidos, quien
en palabras de Yolanda Iglesias «también tuvieron en cuenta los motivos económico, ya que
la prostitución resultaba lucrativa y un solo burdel controlado por las autoridades suponía un
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buen negocio para las ciudades» .
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1
Génesis 38, 1-30, pp. 71-72, Sagrada Biblia, Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid, 1968.
2Ruiz, Juan, Arcipreste de Hita, ed. Alberto Blecua, 1992, 2010. pp. P.28, v.71
3
p.194 Iglesias, Yolanda, Toronto, 2011.
1

Pero dicha regulación significó también la prohibición y la ilegalidad de la
prostitución por libre, de aquellas que vendían su compañía en sus hogares, en tabernas,
o en burdeles en el centro de los burgos. Todos o casi todos estaban conformes con que
los que lonecesitaran tuvieran meretrices para desahogar necesidades imperiosas que
pudieran acabar en derroteros violentos, pero ¿Quién quería tener un prostíbulo en la
puerta de al lado? ¿A qué buena familia le hacía gracia que las alcahuetas merodearan a
sus anchas pudiendo captar a sus hijas? El resultado fue una deriva a la clandestinidad
de la prostitución privada y una devaluación de la prostituciónpública. Prostitutas
privadas como Elicia o Areúsa pasaron a ser consideradas de alto standing mientras que
los prostíbulos públicos regidos por lo que en aquel tiempo eran conocidos como Reyes
Arlot.4 Los burdeles legales se convertían en establecimientos de paso de lo más bajo de
la sociedad. Normalmente criados de nobles, rufianes, soldadesca y truhanes de diversos
tipos; Pármenos,Sempronios, Centurios…
Analizado el anciano oficio, su recorrido, así como su situación en el S XV
analizaremos las figuras de las prostitutas, Elicia y Areúsa, aunque autores como AbrilSánchez califiquen como tal hasta a Melibea.5 Tres personajes que en palabras de AbrilSánchez se enmarcan en tres distintas categorías. «Entre las que se dedican a la
prostitución, nos encontramos con tres tipos:...