Celestina

Celestina

- Oigan, oigan ¡Elicia! ¡Sempronio!

- ¿Por qué?

- No importa cállese y más bien dígale que su primo y mi familiar.

- ¡Hijo mío! Me alegra tanto verlo, deme otro abrazo ¿Cómo pudimos estar tres días sin vernos? ¡Elicia! ¡Elicia! Mire aquí

- A Sempronio

- Mírelo aquí, yo lo abrazare antes que usted.

- Venga acá, deje a esa desquiciada, quela tiene loca por su ausencia. dirá mil locuras. Venga y hablamos. No perdamos el tiempo.

- ¿Quiere saberlo?

- Una joven que me encargo un fraile

- No pregunte

- ¿Insistes? El ministro…, el gordo

- Todos la llevamos, pocas heridas ha visto en la barriga

- Ahh burlón

- Vamos Elicia, que dios la lleve. Cierra la puerta y hasta la vuelta

-Valla con dios, que lo proteja, pues a tenido piedad con esta vieja pecadora. No se detenga; la amistad entre usted y yo se vuelve más fuerte, sin preámbulos ni acertijos para ganar voluntad. Apúrese que a buen entendedor pocas palabras.

- Bien ha dicho, aquí estoy basta con mover un ojo me alegro de estas noticias como los cirujanos de los heridos y como aquellos dañan en un principio lasheridas y encarecen el tratamiento de salud así yo voy a hacer con Calixto. E de alargar la seguridad del remedio, por que como dicen, la esperanza larga aflige el corazón y cuando el pierde lo que tanto se le promete. ¡Me entiende!

- Llama

- Oigo pasos, aquí bajan. Sempronio, que no lo olle, escuche y deje hablar lo que a usted y a mí nos conviene.

- No me interrumpa, ni seainoportuno; que recargar el cuidado a un animal triste es aguijonearlo. Así siente la pena de su amo Calixto, que parece que usted fuera él y el usted, y que la tortura son en una misma persona. Pues no crea que yo vine acá para crear un problema sin solución, o morir en el intento.

- Cállese, que para mi juramento vendrá el asno sin enjalma, déjeme a Pármeno que yo le daré una parte de loque nos corresponde, que los bienes si nos son comunicados no son bienes. Ganemos todos, partamos todos, descansemos todos. Yo te lo traeré obediente y servil, a picar el pan en el puño, y seremos dos a dos y, como dicen todos contra uno.

- ¡Sempronio!, de ellas vivo yo, los huesos que roí su amo necio piensa dármelos a comer, pues en el sueño al freírlos lo verá. Dígale que cierre la bocay comience a abrir la bolsa, que dudo de las obras, entre mas palabras digo , que entre mas adulas mas falsos son. Tienes que madrugar.

- Me alegro, Pármeno, que conozca el amor que le tengo y la parte que sin merito tiene. Y digo sin merito por lo que e oído decir, que no hago caso; que por virtud ay que sufrir las tentaciones y no dar mal por mal. Y en especial cuando somos tentados porjóvenes y astutos y mundanos, que no conocía lealtad pierden así a sus amos, como ahora usted a Calixto. Bien lo oí; y no piense que al oír con los sesos exteriores mi vejez haya perdido. Que no solo lo que veo oigo y conozco sino lo más interior e intelectual con mis ojos penetro. Has de saber, Pármeno, que Calixto anda quejándose de amor. Y no lo juzgue por eso , por flaco, pues el amor sin rumbotodas la cosas vence. Y sabe, si no sabes, que dos conclusiones son verdaderas: la primera, que es obligatorio que el hombre ame a la mujer y la mujer al hombre; la segunda, que el que ama verdaderamente es necesario que lo haga con dulzura y soberano deleite, que por dios estas cosas fueron puestas, para que le linaje de el hombre se perpetué, sin lo cual perecería y no solo la especie humanasino en los peces, las aves , los reptiles; en lo vegetativo algunas plantas, que sin interpocicion de otra a poca distancia de tierra están dispuestas: que ay determinación de botánicos ya agricultores ser machos y hembras. ¿Qué diras a esto parmeno?

- Necio, loquito, ángel, simple, lobo en gestación venga acá, putico, que no sabes nada del mundo ni de sus deleites. Mas la rabia me mate...