Celibato Y Compensaci N
Celibato y compensación
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Amedeo Cencini2
Si bien no es el único aspecto en cuestión, con la elección del celibato el
sacerdote también dice “no” al ejercicio del instinto sexual, que no sólo está
profundamente radicado en su naturaleza humana sino que está conectado con
el resto de su personalidad. Ello tiene consecuencias innegables a nivel de la
armonía generalde su persona.
«La vida de quien se ha casado - al menos potencialmente - garantiza un mejor
funcionamiento psico-físico, ya que del repertorio de necesidades que componen el micro
sistema sexualidad, se le permite poner en juego un número mayor respecto a quién es célibe.
Por lo tanto, en este sentido, el célibe sabe que parte “más pobre” o que corre el riesgo de
permanecer más joven - pero enel sentido poco halagüeño de “inmaduro” - porque para no
sentirse desafiado en tener que desarrollar la propia sexualidad de célibe en forma adulta,
podrá congelarla en un estadio del desarrollo en el que todos son célibes: la infancia, o la preadolescencia, o la adolescencia, o la juventud de espléndido soltero […]. Que el célibe esté
expuesto a un riesgo mayor en el área sexual respecto alcasado, está vinculado al hecho
que, de cualquier forma, la vida matrimonial - en especial, la experiencia de la paternidad
física – es un potente acelerador del desarrollo. Sería como decir: el célibe puede jugar a
hacer de adulto, haciendo como si lo es, mientras en realidad es aún un adolescente. El
casado […] podrá hacer de cuenta que es adulto, pero tarde o temprano se dará cuenta que la
vida desus hijos no es una ficción».
Desequilibrio entre frustración y gratificación
El célibe se encuentra en una peligrosa situación, ya que la renuncia al
ejercicio del instinto genital también implica una menor posibilidad de expresar
otras necesidades fundamentales, y no sólo la genital-sexual.
Esto tiene
consecuencias no menores. El riesgo es el de un desequilibrio intra-psíquico (entre
frustracióny gratificación), creando a su vez una «tensión de no gratificación» que
al inicio es inconsciente, pero después podría, a la larga, resultar insoportable,
siendo una renuncia no sólo a un instinto sino a un conjunto de gratificaciones
instintivas. A ello se puede reaccionar buscando gratificaciones alternativas, muy
a menudo sin saberlo o fuera del control del sujeto (los famosos subterfugios deun
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CENCINI, Amedeo, «Celibato e compensazione» en Tredimensioni 8(2011) 43-52. Traducción: F.
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Psicólogo y formador, Seminario de los Padres Canosianos, Verona.
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Yo frustrado), ya sea en el ámbito de la afectividad-sexualidad que en el de otras
necesidades que quedaron... resguardadas.
Sostener cualquier elección supone sobre todo el descubrimiento del
aspecto positivo de lo que seelige. Es este elemento preferencial que dá la
fuerza para renunciar al resto, no porque el resto sea para tirar y despreciar, sino
porque no sostiene la confrontación con el tesoro que la persona ha entrevisto. El
“no” es hecho posible por el “sí” previo. Cuanto más costosa es la renuncia, más
motivada debe ser la elección, sobre todo en términos afectivos.
Pero cuando esto no se realiza se crea undesequilibrio intra-psíquico entre
frustración y gratificación. Sin tener que llegar a una verdadera transgresión, este
sentido de debilidad-precariedad habla de una elección demasiado
desequilibrada, pesando el lado negativo de la renuncia antes que el elemento
preferido;
la renuncia será sentida como excesiva
ya que no está
suficientemente contrabalanceada por una sensación positiva ygratificante.
Más concretamente, este desequilibrio se dá cuando la elección del celibato por
el reino: no es apoyada por una suficiente motivación personal y convicción de
valores, no suscita un testimonio concorde ni se traduce en coherencia de vida.
Hay cuatro diversos aspectos que a veces pasan inobservados y que sin
embargo merecen atención.
Motivación personal insuficiente
Es la situación que se...
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