Celos en adolecentes

PALABRAS PRELIMINARES
Los “celos” en la acepción propia del vocablo es un amplio término genérico, que se convierte luego en termino especifico cuando consideramos aisladamente cada caso en particular. Porque así como con certera ocurrencia ha podido decirse que “no hay enfermedades, sino enfermos”, así cabe asegurar también que no existen “los celos” sino los “celosos”, y esto, repetimos,porque los “celos” son, en todo caso, algo específicamente propio y particular de cada celoso. Si no partimos de esta científica consideración no llegaremos en ningún caso concreto a entender el problema que los “celos” representan en cada vida humana.
Como es lógico, dada la índole de estas publicaciones, nosotros vamos, con marcada preferencia, a ocuparnos de los “celos sexuales” pero tampocoalcanzaríamos este cometido si no preparásemos al lector con estas breves consideraciones previas. Estas consideraciones están dirigidas a empezar por tener en cuenta que los “celos”, en cuanto afán de dominio, es una de las más potentes fuerzas que dominan los fenómenos de la actividad humana pues irrumpen, aunque, naturalmente, todavía sexuado, desde los primeros años infantiles. Es típico el ejemplode lo mal que se sienta al niño, hijo único, el nacimiento de un hermanito que le resta su condición de centro exclusivo de las muestras de afecto de sus padres y parientes. La psicología infantil a estudiado este problema, sobre el que no abundamos aquí por ser ajeno al concreto interés del trabajo. Los padres de familia con más de un hijo deben cuidar mucho el importante punto de no despertar“celos” entre los hermanito, pues fatalmente los resentimientos que se despiertan en la primera edad difícilmente borran sus huellas en el futuro de toda su parábola vital.
Además de en el hogar, en la escuela, desde el mismo Jardín de Infantiles, el niño se siente ya el despertar de sus “celos” ante el panorama de preferencias y desdenes por parte de maestros y celadores. Recordamos estaselementales ideas al respecto para dejar bien aclarado el concepto con que iniciamos estas PALABRAS PRELIMINARES acerca del sentido “genérico” en que, antes de otros aspectos, hemos de considerar a los “celos”. De todo y de todos podemos sentirnos celosos. Cuando al ser a quien amamos acaricia, por ejemplo, a un perro o a un gato, aunque a primera vista pudiera parecer una cosa ridículamente absurda,despertase en nosotros un impulso de envidioso antipatía hacia el animalito objeto de las caricias de tal persona. Esta antipatía es, sin duda, una antipatía de marcado tinte celoso. Y a la inversa, en ciertos animales situados en elevados peldaños en la escala zoológica, tales como los monos y los perros, es fácil descubrir reacciones celosas ante las preferencias de sus amos por otros individuos de sumisma o distinta especie. Todo esto confirma y aclara el concepto básico de los “celos” cuyo origen hay que buscarlo en el afán de dominio egolátrico inherente, incluso, a toda forma organizada de existencia vital.
Por todo ello que resulte inadmisible el criterio de muchos observadores sociales que aseguran que los “celos” está en franca decadencia y que, más pronto o más tarde, desaparecerándel panorama de la vida social, para ocupar tan solo un lugar en el mundo de las curiosidades pretéritas. Los que tan gratuitamente así lo aseguran olvidase de las profundas raíces biológicas de que brotan y se nutren los “celos”. Lo que acontece es que las épocas de la Historia Universal no siempre son idénticas y, sin duda, la que nos ha tocado vivir no se caracteriza por el auge de laafectividad. Como los “celos” –como veremos luego-, son en todo caso, la consecuencia del amor, no siendo la nuestra una época romántica se comprende que no seas una época de celosos. Pero esto no significa, ni mucho menos, que ya no haya amantes auténticos, ni, por lo tanto, amantes con todas las de la ley del amor. Basta, al respecto, informarse de la crónica mundial de crímenes pasionales para...