Ceminario
Por: Alberto BEJARANO
jabejarano@uexternado.edu.co
htttp://letrasemiautomaticas.blogspot.com
Otrasinquisiciones@hotmail.com
Subtemas:
- Arte y política
- Movimientos Sociales, Ciudadanía, cultura política.
- Lógicas del poder, biopoder y deterritorialización.
- Teorías sociales contemporáneasy pensamiento crítico latinoamericano.
- Sujeto, modernidad, y teorías del poder
- Intelectuales y política
PLANTEAMIENTOS GENERALES.
Uno de los puntos de fuga, de los puntos de encuentro entre arte y política se percibe en lo que Foucault llamó, “estética de la existencia”: una serie de discursos y prácticas que asumen la relación entre ética, política y estética, empezando porlos griegos. Hablar de biopolítica y estéticas supone entonces estudiar los mecanismos y dispositivos a través de los cuales se ha constituido la Modernidad y pensar a partir de allí, tres conceptos básicos: libertad, soberanía y propiedad.
Nos moveremos por lo tanto en lo vivo de los discursos y las prácticas contemporáneas, en el espacio de lo dicho, de lo no-dicho (…), de lo dicho por un“otro” (“ “), y en el espacio de lo por decir (etc), y hallaremos nuevas pistas de interpretación en el campo de la subjetividad. Para ello es indispensable abandonar el cómodo lugar (común) no sólo de lo “políticamente correcto” sino también de lo “culturalmente correcto”.
Asumir el pensamiento, y evitar los juicios morales sobre lo “político” significa insistir en la importancia de estudiar lasubjetividad de los sujetos y grupos sociales en su profunda complejidad, y en muchos casos, en sus múltiples contradicciones y paradojas. Por ejemplo, el filósofo francés Alain Badiou en sus análisis sobre el nazismo plantea que sí hubo una “cultura política nazi” que debe ser pensada, -y no simplemente catalogada como “maléfica” o “demoníaca”- para recordar siempre cómo fue posible que ésta existiera ycómo podríamos oponernos a su reedificación. Así para Badiou: “ cuando se dice con ligereza que lo que hicieron los nazis (el exterminio) es del orden de lo impensable o lo inabordable, se olvida un punto capital: que lo pensaron y lo abordaron con el mayor de los cuidados y la más grande de las determinaciones. Decir que el nazismo no es un pensamiento o, en términos más generales, que labarbarie no piensa, equivale de hecho a poner en práctica un procedimiento solapado de absolución. Se trata de una de las formas del “pensamiento único” actual, que es en realidad la promoción de una política única… el nazismo mismo es una política, es un pensamiento[1]”.
Nuestra idea es que no haya temas inabordables ni impensados. La relación entre biopolítica y democracia se presenta ante nosotroscómo sólo una de las variables de análisis susceptibles de ser estudiadas. Ahora bien, es necesario también que se lleven a cabo reflexiones interdisciplinarias que involucren elementos de comprensión filosóficos, estéticos, éticos, históricos, antropológicos, sociológicos, que amplíen las posibilidades de interpretación y comprensión del tema.
Si tomamos ahora una definición de “democracia”,desde la “posmodernidad”, como la que nos propone el filósofo esloveno Slavoj Zizec: “ la democracia no es meramente el “poder de, por y para el pueblo”, no es solamente la hipótesis de que, en democracia, la voluntad y el interés (una y otro no coinciden automáticamente) de la mayoría determina las decisiones del Estado. La democracia –en el modo como este término es usado hoy- se refiere, antetodo, al legalismo formal: su definición misma es la adhesión incondicional a cierto conjunto de reglas formales que garantizan que los antagonismos sean completamente absorbidos en el juego agonista.”democracia” significa que, cualquiera sea la manipulación electoral que se produzca, todos los agentes políticos respetarán incondicionalmente los resultados. En ese sentido, las elecciones...
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