CEN ante reformas Cn 221113
Comisión Especial de Carácter Constitucional para el Estudio, Consulta y Dictamen de la Iniciativa denominada “Ley de Reforma Parcial a la Constitución Política de la República de Nicaragua”.
1. «Les deseamos gracia y paz de parte de Dios, Padre nuestro, y del Señor Jesucristo» (2 Cor 1,2). Como obispos de la Conferencia Episcopal deNicaragua deseamos agradecerles por habernos invitado a presentar observaciones o comentarios a la Ley de Reforma Parcial de la Constitución Política de Nicaragua. Al mismo tiempo agradecemos también su gentileza al concedernos la posibilidad de manifestarles nuestro parecer sobre algo tan decisivo para el presente y el futuro de nuestro país en una fecha posterior a nuestra Asamblea AnualOrdinaria.
2. Después de orar y reflexionar en común como pastores de la Iglesia católica, les ofrecemos las conclusiones a las que hemos llegado con el único afán de colaborar desde la doctrina social de la Iglesia al bien de Nicaragua. Como lo hemos reiterado en distintas ocasiones nuestro ministerio es eminentemente religioso como testigos de Cristo y servidores de nuestros hermanos en su nombre: «Nonos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús como Señor, y a nosotros como siervos de ustedes por Jesús» (2 Cor 4,5). En segundo lugar, como pastores de la Iglesia católica no es nuestro objetivo ofrecer soluciones técnicas, de carácter jurídico o político, pues no corresponde a la misión que Cristo le ha encomendado a su Iglesia (Cf. Sollicitudo rei socialis, 41). Nuestra contribuciónen el campo político no pretende otra cosa sino «servir a la formación de las conciencias en la política y contribuir a que crezca la percepción de las verdaderas exigencias de la justicia y, al mismo tiempo, la disponibilidad para actuar conforme a ella, aun cuando esto estuviera en contraste con situaciones de intereses personales» (Deus Caritas est, 28).
3. La Constitución Política del país escomo un símbolo de integración política, cuya tarea integradora no se realiza solamente en la adhesión emocional a un texto, sino a través del compromiso para que tanto el establecimiento de los derechos y libertades constitucionales como la naturaleza de los poderes del Estado, no rebasen los cauces del Estado de Derecho «en el cual es soberana la ley y no la voluntad arbitraria de los hombres»(Centesimus Annus, 44). En segundo lugar, en una Constitución Política destinada a preservar una convivencia social armónica y pacífica, deben incluirse solamente los símbolos, sentimientos, instituciones y afirmaciones ideológicas, libre y firmemente compartidos por todos en la sociedad. Una auténtica Constitución Política debería, finalmente, estar refrendada por la participación del pueblo, através de un vasto proceso de consultas, sin exclusión de nadie ni de ningún sector de la sociedad y sin prisas inexplicables delante de un asunto tan grave para la nación. Solo así la Constitución logrará generar auténticas dinámicas de integración en las que participarán las personas con confianza y responsabilidad en la construcción de la sociedad y el ejercicio del poder.
4. No obstanteposeemos la firme convicción de que lo más urgente en Nicaragua en este momento no es realizar cambios a la Constitución Política, sino purificar y rectificar la mentalidad y la práctica en relación con el ejercicio de la política, tal como lo afirmamos en nuestro mensaje del 26 de septiembre del 2012: «La situación que vive el país exige urgentemente replantear el funcionamiento integral del sistemapolítico, pues el poder se sigue concibiendo como patrimonio personal y no como delegación de la voluntad popular» (n. 5). No consideramos conveniente proponer reformas a nuestra Carta Magna, sobre todo cuando estas reflejan la pretensión de un cambio sustancial e integral en el sistema político de Nicaragua, en un momento de evidente desmantelamiento institucional del país, con una llamada...
Regístrate para leer el documento completo.