Cenicienta (gore)
-cenicienta: "¡Arbolito, sacude tus ramas frondosas,
y échame oro yplata y más cosas!"
Y el pájaro le echó un vestido soberbio y brillante como jamás se viera otro en el mundo, con unos zapatitos de oro puro. Cuando se presentó a la fiesta, todos los concurrentes sequedaron boquiabiertos de admiración. El hijo del Rey bailó exclusivamente con ella, y a todas las que iban a solicitarlo les respondía:
-Principe: "Ésta es mi pareja."
Al anochecer se despidióCenicienta. El hijo del Rey quiso acompañarla; pero ella se escapó con tanta rapidez, que su admirador no pudo darle alcance. Pero esta vez recurrió a una trampa: mandó embadurnar con pez las escalerasde palacio, por lo cual, al saltar la muchacha los peldaños, se le quedó la zapatilla izquierda adherida a uno de ellos. Recogió el príncipe la zapatilla, y observó que era diminuta, graciosa, y todaella de oro. A la mañana siguiente presentóse en casa del hombre y le dijo:
-Principe: "Mi esposa será aquella cuyo pie se ajuste a este zapato."
Las dos hermanastras se alegraron, pues ambastenían los pies muy lindos. La mayor fue a su cuarto para probarse la zapatilla, acompañada de su madre. Pero no había modo de introducir el dedo gordo; y al ver que la zapatilla era demasiadopequeña, la madre, alargándole un cuchillo, le dijo:
-Madrastra: "¡Córtate el dedo! Cuando seas reina, no tendrás necesidad de andar a pie."
Lo hizo así la muchacha; forzó el pie en el zapato y,reprimiendo el dolor, se presentó al príncipe. Él la hizo montar en su caballo y se marchó con ella. Pero hubieron de pasar por delante de la tumba, y dos palomitas que estaban posadas en el avellanogritaron:
-Palomas: "Ruke di guk, ruke di guk;
sangre hay en el zapato.
El zapato no le va,
La novia verdadera en casa está."
Miró el príncipe el pie y vio que de él fluía sangre. Hizo dar...
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