Centralismo Peruano
PERSPECTIVA HISTORICA
Los actuales debates, tanto en la escena estatal como en el terreno de la opinión
pública, acerca de la naturaleza del centralismo peruano y lamejor manera de
ponerle fin y empezar a andar por la senda descentralizadora, invitan a un examen de
los distintos intentos descentralizadores aplicados en la historia peruana. Este examen es
tantomás necesario cuando uno comprueba la cantidad de proyectos e intentos descentralizadores
que pueden encontrar en ella, sobre todo en sus últimos dos siglos. No es algo
con lo que uno esperaríatopar en un país tan marcadamente centralista como el Perú. La
primera reacción sería seguramente pensar que en un país así, jamás ha habido preocupación
por la descentralización, o que no ha se tomadoconsciencia de los defectos de su excesivo
centralismo. El problema del centralismo peruano no ha sido, sin embargo, de falta de
percepción y de interés en resolverlo. Tal vez sí, en cambio, de unmal diagnóstico; es decir,
de una equivocada idea acerca de sus raíces y su naturaleza. Lo que finalmente también
arrastra a confusas expectativas entre la población acerca de lo que cabría esperarde un
régimen descentralizado.
La tendencia en el Perú ha sido ver el centralismo, no como una manera de ser, o de
constituirse, de un estado-nación, hasta cierto punto válida o legítima, sino comoun mal a
extirpar, cual si fuera un tumor dentro de un organismo anteriormente sano.1 Esta segunda
perspectiva ha gozado, en efecto, de gran predicamento. De acuerdo a ella, el centralismo
fue unmal que aquejó al Perú recién en el siglo veinte, sobre todo desde las décadas de los
años veinte, treinta o cuarenta.2 Para ello los autores se amparan en datos demográficos, que
1. Esta fue, porejemplo, la perspectiva del recordado Pedro Planas, quien refirió que la descentralización:
«… no debe verse como una reacción al caudillismo autoritario, sino como una forma natural
de organización...
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