Cerebro y pensamiento

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"el cerebro y el pensamiento"(I)


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georges cariguilhem*
Seguramente cada uno de no­
sotros se jacta de pensar, ,y a
muchos les gustarla saber cómo
ocUrre que ellos piensen como
'piensan. Pero parece claro 'qlle la
cuestión, manifiestamente, ha deo

•

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'If:

Georges Canguilhem'....

. "

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et "allia. (;oor­

ges Canguilhem. Filósofo, 'historia"
dor de las ciencias. París:' -Albin Mi­
chel, 1993. pp. 11-33.
' .
1;:.1 .traductor es profesor :de la
Facultad de Ciencias Humanas de
la .Universidad, ,Nacional, sede de
"'edellín.

1'*

1. Conferencia ,en la sOrbona.' para
. el M.U.R.S. (diciemb~ [sic]
1980); primera publicación en, Pros­
pective etSanté, N~ 14, verano 1980,
pp. 81-98. Los subtítulo~ que habían
sido añadidos por la revista ,fueron
suprimidos. El orden de .algunQs
parágrafos que habían sido cambia­
dos fue restablecido siguiendo las
indicaciones de G. Canguilhem (N.
del E.)

Traducción de

,LpISALFONSb PALAU C.,**

jado de ser tan sólo teórica. Pues
creemos comprender que cada vez
más -los poderes están interesadosen nuestro poder de, pensar. Y
por tanto, si buscamos saber cómo
ocurre que pensemos como pensa­
.mos eS.con el fin de, defendernos
contra la incitación, taimada o
declarada, a pensar como se que­
rría que pensáramos., En efecto,
numerosos son aquellos que se
interrogan sobre . los manifiestos
de algunos círculos, ,políticos, so­
bre algunos métodos de psicote­
rapia llamada delcomportamiento,
sobre los balances de ciertas so:
ciedades de informática. Han creí·
do discernir aquí la virtualidad
de una extensión' programada de
técnicas que buscan, en último
análisis, la normalización del~ pen­
samiento. Yo creo que para sim­
plificar sin deformar es suficiente
con citar un nombre: el de Leo­
nid Plionchtch y una sigla: la de
LB.M.
De la misma manera que los
biólogosno han creído poder ha·

blar del cerebro humano sin si·
tuarlo al final de una historia de
los seres vivientes, así m'ismo me
parece útil comenzar una expo­
sición sobre el cerebro y el peno
samiento situando esta cuestión
en la historia de la cultura.
Si hoyes de notoriedad pública
que el cerebro humano es el ór·
gano del' pens~miento,_es necesa­
'no recordar sin embargo que tino ide los más grandes filósofos de ,i
hiAntigüedad, Aristóteles, enseñ~1
que la función del cerebro, antar
gonista de la del corazón, es la
de enfriar el' cuerpo del animal.
Fue Hipócrates el que enseñó que
el cerebro es la sede de las sen­
saciones,el órgano de los movi­
mientos y de los juicios; así lo
muestra el tratado hipocrático,
Sobre la enfermedad sagrada (la
epilepsia). Estadoctrina, en parte
retomada por Platón, especial­
mente en el Timeo, debe a Galeno
el haberse impuesto en la cultura
occidental. El aristotelismo mili­
tante de Galeno no le impidió

"


14
buscar la confirmación de la tesis
hipocrática practicando sobre el
sistema nervioso y sobre el cere­
bro experimentos muy ingeniosos.

doctrina de Gall es la exclu':- \
sividad reconocida alencéfalo, y lb
particularmente a los hemisferios tfcerebrales, como "sede" de todas
las facultades intelectuales y.
Al haber recibido desde sus
morales. ~l cerebro entendido)
orígenes, y conservado a lo ·'largo
como un • sistema de slslemmt'
de los siglos, el papel de un asunto
~s prese~~o c2,.mo ~L~~icosóque tiene que ver con la sede del
porte ~.:a:eL...c~!0 -de---1as- ,
alma, nuestroproblema actual t~fiiCliítade§:..\ La frenologfa--esuña
suscitó, a partir de la filosofía car­
cranioscopia fundameñrada sobre
tesiana, una filiación de teorías y
la correspondencia entre el con·
una sucesión de polémicas de las
tenido y el continente, entre la
cuales somos los herederos. Una
configuración de los hemisferios
rápida reseña histórica es indis­
y la forina del cráneo. Contra...