cerebro

SOY EL CEREBRO

Comparadas conmigo, otras maravillas del universo se antojan insignificantes. Soy una estructura constituida por un tejido nervioso: mi peso es de 1400 gramos, mi consistencia, gelatinosa. Ninguna computadora puede imitar mis innumerables funciones. El número de elementos que me integran asciende a cifras astronómicas: unos 100 000 millones de neuronas y una cantidad de cinco adiez veces mayor de células neuróglicas. Lo admirable es que todo esto cabe en la copa de un sombrero de talla normal. Soy el cerebro.
Pero no soy simplemente una parte de ti, soy tú mismo: tu personalidad, tus reacciones, tu capacidad mental, aunque tú crees que oyes con los oídos, que saboreas con la lengua y palpas con los dedos, en realidad todas estas sensaciones ocurren en mi interior; tusoídos, lengua y dedos no hacen sino recoger la información necesaria. Yo te comunico cuando estás enfermo y cuando tienes hambre; regulo tus instintos sexuales, tus estados de ánimo y, en fin, toda tu vida.
Incluso mientras duermes recibo y transmito una cantidad de mensajes que supera la capacidad de todas las centrales telefónicas del mundo. Es pasmoso el cúmulo de datos constantemente llegana ti desde el interior. ¿Cómo logro desempeñar este trabajo? Sencillamente selecciono lo que considero importante y tú pasas por alto el resto. Si escuchas un disco fonográfico y al mismo tiempo pretendes leer, se concentrará en el disco o en el libro, mas no en ambos a la vez. Si te engolfas en la lectura de una novela especialmente interesante mientras suena el disco, no debe extrañarte que norecuerdes haber escuchado tu melodía predilecta.
Claro está que, si sucede algo capaz de ponerte en peligro, entro en acción instantáneamente. Por ejemplo: cuando resbalas, te dirijo para que recuperes el equilibrio y envío un mensaje a los brazos para amortiguar la caída. Si a pesar de esto caes por tierra, te comunico en acto dónde te has lastimado. Y el acontecimiento queda almacenado en mimemoria para que, en lo futuro, tengas más cuidado en andar por lugares resbaladizos.
Además de ocuparme de tales contingencias, tengo que cumplir otras muchas tareas “domésticas”. Una de ellas consiste en vigilar la respiración. Dispongo de detectores que me informan cuando aumenta el bióxido de carbono en la sangre y, por lo tanto, necesitas más oxígeno. Ajusto entonces la frecuencia de losmovimientos respiratorios sincronizando al ritmo conveniente, la contracción y el relajamiento de los músculos torácicos.
De esta y mil maneras más cuido de ti como si fueras un recién nacido. A cambio de ello soy muy exigente, pues a pesar de que sólo constituyo el dos por ciento del peso corporal, necesito el veinte de oxígeno que usas y la quinta parte de la sangre que impele tu corazón. Mi buenfuncionamiento depende del aprovisionamiento constante de este vital fluido. Si disminuye temporalmente el suministro de sangre, te desmayarás. Y si se interrumpe unos cuantos minutos, tendré graves trastornos que acaso redunden en parálisis e incluso la muerte. Exijo asimismo un abastecimiento continuo del principal alimento: la glucosa. Hasta en situaciones de hambre extrema, soy el primer órganoque recoge el alimento disponible, pues perecerías sin mí.
Soy en muchos aspectos como un vasto continente inexplorado del que sólo se conoce someramente el litoral. Pero los investigadores que tratan de dibujar mi mapa han logrado esclarecer ciertos detalles interesantísimos. Así, por ejemplo, a pesar de que se localiza en mí cada sensación de dolor, yo no siento ningún dolor en mi propia masa,ni siquiera cuando me hacen cortes. Esta propiedad permite a los cirujanos hacer operaciones encefálicas en pacientes perfectamente despiertos, circunstancia que aprovechan los investigadores para excitar eléctricamente determinadas zonas cerebrales y observar la respuesta a tales estímulos. Si alguna vez te sometieras a una operación de este género, tu asombro sería mayúsculo al comprobar todo...