ceremonial y protocolo

1. El oro. Es cierto que no hubo muchas sorpresas en la ceremonia, pero fue justo que el Oro se quedara para Graduados, el gran éxito de la temporada 2012 y uno de los más importantes de los últimosaños de la televisión. No hubo premios que dieran lugar a la polémica.
2. Sin Tinelli. La ausencia de Marcelo Tinelli, que podría haber sido un cimbronazo para la industria televisiva de este 2013,no fue para tanto. No estuvo en la ceremonia, y salvo algunas menciones como las de Mariano Iúdica (foto) estuvo ausente. Pero el show puede continuar.
3. La conducción. Salvo el sketche de apertura,que falló especialmente en el trabajo de guion, el desempeño de Marley como animador no tuvo fisuras. No perdió tiempo y no tuvo grandes traspiés (ni siquiera los que lo convirtieron en marcaregistrada). Para seguir.
4. La ceremonia. El menor tiempo que duró la fiesta fue de lo más saludable de la edición 2013, pese a que fueron casi cuatro horas en continuado. Entregar de antemano algunasestatuillas ayudó, aunque haya que mejorar el modo. La alfombra roja (foto) fue también breve.
5. El espacio ideal. El Teatro Colón funcionó perfecto para la ceremonia: era una de las inquietudes adevelar en el momento de la gala. Funcionó como contexto y como celebridad adicional, estuvo bien trabajado en las luces y fue interesante el manejo de las cámaras para que se luzcan los artistas y lospresentadores en la pantalla de la tele. Los participantes estuvieron dedicados a seguir lo que ocurría en el escenario y no se entretuvieron en sus platos o junto a los compañeros de mesa. Es la primeravez que una ceremonia de Martín Fierro está pensado para la televisión.
Lo peor
1. Falso vivo. Si bien aceleró los tiempos, la grabación de los primeros premios (como el de Gonzalo Rodríguez), suedición (con errores) y su transmisión con delay creó confusión (¿qué es en vivo y qué es grabado?) y quedó desprolija al mostrar las sillas vacías en el Teatro Colón.
2. Discursos largos. No todos...