Cereso

Después de pasar cinco años y medio privado de su libertad en el Cereso de Colima –mientras el Ministerio Público seguía las investigaciones correspondientes-, Noé Ramírez Chávez fue sentenciado a 35 años de prisión por homicidio calificado. Luego de que su abogado presentó la apelación, todavía duró seis meses más en la cárcel hasta que fue absuelto totalmente por el Supremo Tribunal de Justiciadel Estado (STJE).
La historia de este joven está acompañada de violaciones y arbitrariedades por parte de las autoridades policiacas y ministeriales, desinterés de los abogados de oficio y omisiones por parte de otras personas e instancias.
Pero desgraciadamente no es la única. En las cárceles del estado hay muchas otras personas que injustamente están pagando una condena que no cometieron,aseguran el presidente del Colegio de Abogados Penalistas en la entidad, Mario García Solórzano; y el delegado en Colima de la Confederación de Colegios y Asociaciones de Abogados de México (Concaam), Abraham Méndez Palomares.
Con apenas 26 años de edad, Noé Ramírez fue detenido el 21 de junio de 2004 por elementos de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), tras haber sido acusado deasesinar a Domingo Chávez Manzo, el hombre con el que trabajaba en una casa de préstamos en el centro de la ciudad.
Noé llegó a Colima a principios de ese año para laborar en el negocio del finado. Ambos vivían en Zapotiltic, Jalisco, y venían al estado de lunes a viernes. En entrevista con Avanzada relata que un lunes antes de ser arrestado, ambos llegaron a la ciudad para comenzar a trabajar,pero Domingo se tuvo que regresar al estado vecino por unas cosas que se le habían olvidado, ese fue el último día que lo vio.
Mientras pasaban los días, la incertidumbre de en dónde estaba el patrón crecían, “el martes regresé a trabajar y habló un compañero con el jefe por celular, dijo que no tuviéramos pendiente, pero el caso es que nunca llegó con nosotros, nunca se reportó, y dice elcompañero que cuando le llamó ya escuchaba más voces en su coche, que lo oyó un poco alterado”.
El domingo 20 de junio, con motivo del Día del Padre, hicieron un convivió en la casa de la familia Ramírez Chávez, en la comunidad jalisciense, y cuando se terminó, ya por la noche; Jesús le pidió a Noé que lo acompañara a Colima a buscar a su hermano Domingo.
Así llegaron a la ciudad y buscaron a JuanCarlos Luzamilla, otro de los trabajadores, a quien le pidieron que los llevara con la secretaria, de nombre Nancy, porque no se había hecho el depósito de lo obtenido en la semana. En el trayecto también los acompañó otra persona a quien apodan “El Garza”.
Luego de haber pasado por la secretaria, Juan Carlos les comentó que recordó que había visto el coche a fuera de donde estaba el Monte de Piedadanteriormente, a donde se trasladaron para después llamarle a la policía.
“Eran casi la una de la mañana y me pidió que intentara abrir el coche, y ya cuando llegó la policía le dije a Jesús que le dijera que yo abrí las puertas porque él me dijo, y quedaron las huellas”, efecto que según el entrevistado nunca pasó.
Enseguida los agentes les comentaron que habían encontrado días antes a unhombre muerto con las características de Domingo, su identidad fue confirmada una vez que estuvieron en la Semefo.
“Llegamos a la procuraduría y nos meten a una salas, pasaron como 20 minutos y me piden que los acompañe, me hicieron preguntas pero yo no sabía qué pasaba, y ahí me enteré que lo habían matado. No sé que versiones hayan dado el hermano y el otro amigo pero me dijeron que quedabadetenido, sólo yo”, cuenta el joven.

VERSIÓN DE LA PGJE

Ya en los separos, el presunto culpable fue golpeado por los agentes, quienes lo acusaban de ser el asesino y le decían que confesara. Después lo llevaron al lugar donde encontraron el cuerpo, al borde de un canal yendo para Manzanillo. “Yo no sabía dónde estaba, nunca había conocía la ciudad, estuve en el centro trabajando pero no pude...