Cernuda

COMENTARIO DE «NO DECÍA PALABRAS»
DE LOS PLACERES PROHIBIDOS (1931)



No decía palabras,
acercaba tan sólo un cuerpo interrogante,
porque ignoraba que el deseo es una pregunta
cuya respuesta no existe,
una hoja cuya rama no existe,
un mundo cuyo cielo no existe.

Laangustia se abre paso entre los huesos,
remonta por las venas
hasta abrirse en la piel,
surtidores de sueño
hechos carne en interrogación vuelta a las nubes.

Un roce al paso,
una mirada fugaz entre las sombras,
bastan para que el cuerpo se abra en dos,ávido de recibir en sí mismo
otro cuerpo que sueñe;
mitad y mitad, sueño y sueño, carne y carne,
iguales en figura, iguales en amor, iguales en deseo.


Aunque sólo sea una esperanza
porque el deseo es pregunta cuya respuesta nadie sabe.


Los placeres prohibidos, 1931.
ANÁLISIS PRELIMINAR DEL TEXTOERÓTICA DE LA MUDEZ: Introducción a «No decía palabras»

El amor y el deseo de carácter homosexual, causa de la diferencia esencial que separa al poeta de la sociedad, llegan a convertirse, como ha apuntado Octavio Paz, en “un punto de honor intelectual y moral” sobre el que Cernuda levanta la verdad de su palabra. El deseo, afán sin nombre, define ahora su identidad.(Utrera Torremocha, 1994: 225)

Ésta es la esencia de Los placeres prohibidos con la que se identifica a la perfección el poema «No decía palabras» que vamos a analizar. El amor y el deseo, el eros en definitiva, se presentan en la obra cernudiana como principio, medio y final de la emoción poética, relacionada tanto con la inspiración como con la experiencia propia del poeta.Cernuda logró universalizar que “el deseo y el amor por el hombre constituyen la raíz de su poesía” (Ancet, 1993: 218), dio a conocer su íntima visión del deseo como una actitud de sinceridad y reconocimiento profundo de su forma de ser.
(Fernández Carballo, 2002: 8)

En la obra que contiene este poema Cernuda proclama, ya de forma decidida e incluso desafiante, su concepcióndel amor, de carácter homosexual, que si bien es condenado por la sociedad de su tiempo, él va a defenderlo y justificarlo. El propio título, Los placeres prohibidos, funciona ya como representante de esa actitud y adelanta la naturaleza de su mensaje poético.

El amor es ya norma de vida, pero, a causa de su especial naturaleza, norma antisocial. La homosexualidad, el amor contranatura, no está permitido por las leyes. Tras el camino para la salvación individual el poeta descubre la imposibilidad de integrarse en ese otro mundo no arcádico de su tiempo vital.
(Talens, 1975: 273)

Como defensor del eros más puro, el poeta sostiene que sólo por medio de éste se puede alcanzar la liberación definitiva, el retorno al paraíso, la recuperación de la unidaden los amantes, separados según el mito platónico del que ya hablaremos más adelante. En resumen, Cernuda va a defender su concepción del amor y el deseo de forma firme y combativa, más allá de lo que la sociedad imponga:

La obra cernudiana es una enfrentamiento perpetuo entre la dureza de la realidad y el presente y la vivencia intensa de la certidumbre del deseo y su vetaliberadora.
(Rodríguez de la Robla, 2002: 176)

La provocación que supondría un texto como el de Los placeres prohibidos no sería tan buscada por el poeta en tanto que no sólo se basaba en su experiencia personal como fuente de inspiración para mostrar en su poesía su visión del amor, sino que esto tenía un valor catártico, una intención de purificación de sus pasiones por medio...