Cervantes Saavedra Miguel de Tragedia de Numancia

Páginas: 67 (16580 palabras) Publicado: 18 de agosto de 2015
LIBR Odo t.co m
TRAGEDIA DE NUMANCIA
Interlocutores:
CIPIÓN.
JUGURTA.
GAYO MARIO.
Dos EMBAJADORES de Numancia.
SOLDADOS romanos.
QUINTO FABIO.
MÁXIMO, hermano de Cipión
JORNADA I
SCENA I
Salen primero CIPIÓN y JUGURTA.
CIPIÓN

Esta difícil y pesada carga,
que el Senado romano me ha encargado,
tanto me aprieta, me fatiga y carga,
que ya sale de quicio mi cuidado.
Guerra de curso tan estraño ylarga,
y que tantos romanos ha costado,
¿quién no estará suspenso al acabarla,
o quién no temerá de renovarla?
JUGURTA ¿Quién, Cipión? Quien tiene la ventura
y el valor nunca visto que en ti encierras,
pues con ella y con él está sigura
la victoria y el triunfo destas guerras.
CIPIÓN
El esfuerzo regido con cordura
allana al suelo las más altas sierras,
y la fuerza feroz de loca mano
áspero vuelve loque está más llano.
Mas no hay que reprimir, a lo que veo,
la furia del ejército presente,
que, olvidado de gloria y de trofeo,
yace embebido en la lascivia ardiente.
Esto sólo pretendo, esto deseo:
volver a nuevo trato a nuestra gente;
que, enmendado primero el que es amigo,
sujetaré más presto al enemigo.
¡Mario!

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Sale GAYO MARIO.
G. MARIO ¿Señor?
CIPIÓN
Haz que a noticia venga
detodo nuestro ejército, en un punto,
que, sin que estorbo alguno le detenga,
parezca en este sitio todo junto,
porque una breve plática o arenga
les quiero hacer.
G. MARIO Harélo en este punto.
CIPIÓN
Camina, porque es bien que sepan todos
mis nuevas trazas y sus viejos modos.

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Vase GAYO MARIO.
JUGURTA Séte decir, señor, que no hay soldado
que no te tema juntamente y te ame;
y, porque esevalor tuyo extremado
de Antártico a Calisto se derrame,
cada cual con feroz ánimo osado,
cuando la trompa a la ocasión le llame,
piensa de hacer en tu servicio cosas
que pasen las hazañas fabulosas.
CIPIÓN
Primero es menester que se refrene
el vicio que entre todos se derrama;
que si éste no se quita, en nada tiene
con ellos que hacer la buena fama.
Si este daño común no se previene,
y se dejaarraigar su ardiente llama,
el vicio solo puede hacernos guerra
más que los enemigos desta tierra.

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Dentro se echa este bando, habiendo
Primero tocado a recoger el atambor:
Manda nuestro general
que se recojan, armados,
luego todos los soldados
en la plaza principal;
y que ninguno no quede
de parecer a esta vista,
so pena que de la lista
al punto borrado quede.
JUGURTA No dudo yo, señor,sino que importa

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regir con duro freno la milicia,
y que se dé al soldado rienda corta
cuando él se precipita en la injusticia:
la fuerza del ejército se acorta
cuando va sin arrimo de justicia,
aunque más le acompañen a montones
mil pintadas banderas y escuadrones.

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A este punto han de entrar los más soldados que pudieren,
y GAYO MARIO, armados a la antigua, sin arcabuces;
y CIPIÓNse sube sobre una peñuela que está en el tablado,
y, mirando a los SOLDADOS, dice:
CIPIÓN

En el fiero ademán, en los loza nos
marciales aderezos y vistosos,
bien os conozco, amigos, por romanos:
romanos, digo, fuertes y animosos;
mas, en las blancas delicadas manos
y en las teces de rostros tan lustrosos,
allá en Bretaña parecéis criados
y de padres flamencos engendrados.
El general descuidovuestro, amigos,
el no mirar por lo que tanto os toca,
levanta los caídos enemigos
y vuestro esfuerzo y opinión apoca;
desta ciudad los muros son testigos,
que aún hoy están cual bien fundada roca,
de vuestras perezosas fuerzas vanas,
que sólo el nombre tienen de romanas.
¿Paréceos, hijos, que es gentil hazaña
que tiemble del romano nombre el mundo,
y que vosotros solos en España
le aniquiléis y echéisen el profundo?
¿Qué flojedad es esta tan extraña?
¿Qué flojedad? Si mal yo no me fundo,
es flojedad nacida de pereza,
enemiga mortal de fortaleza.
La blanda Venus con el duro Marte
jamás hacen durable ayuntamiento:
ella regalos sigue; él sigue el arte
que incita a daños y a furor sangriento.
La cipria diosa estése agora aparte;
deje su hijo nuestro alojamiento;
que mal se aloja en las...
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