Cesar vallejo
Señor Presidente: Quiero formular un pedido al ministro de Educación Publica, para que, si lo estima conveniente, envíe al Congreso un proyecto otorgando una pensión degracia a la viuda de Cesar Vallejo, el mas grande poeta peruano de los últimos tiempos y, además, para que el Estado adquiera la propiedad de las obras inéditas de Cesar Vallejo, que se encuentran en poder de su viuda, reservando a ésta los derechos de autor. Nadie desconoce entre nosotros el nombre de Cesar Vallejo, uno de los más auténticos y más grandes poetas que ha tenido el Perú, consideradohoy, quizá como el primer poeta de habla castellana, tanto en América, como en España. Cesar Vallejo publicó primero un libro intitulado Los Heraldos Negros, que le colocó de plano entre los más calificados valores de la poesía modernista. Mas tarde publico un libro extraño y áspero Trilce, y al morir dejó un libro de Poemas humanos, que implica un revolución de las formas y de la misma lógicapoética, libro de poesía honda, descarnada, extraña y trascendente, que le ha dado una celebridad definitiva y ha sido comentado por los mas grandes críticos de Francia, España y de toda América. Este libro que Vallejo dejo inédito y lo edite el año 1938, a mi costa, recogiéndolo de manos de su viuda. Desde la publicación de Poemas Humanos. Cesar Vallejo fue considerado como uno de los más altosexponentes de la poesía americana, junto a Pablo Neruda. Cesar Vallejo se revela en aquel libro, no solo como un poeta peruano, sino como un poeta universal. Los más grandes críticos de Europa y de América, Luís Aragón, Jean Cassou, Federico de Onis, Damaso Alonso, José Bergamín, los más grandes antologuistas de América, lo consideran entre los más altos valores y sólo en el Perú se ha postergado yolvidado su memoria, como ha ocurrido siempre que han surgido hombres que le han dado prestigio, y se ha permitido que su esposa viva en la miseria. Cesar Vallejo murió de hambre en París el año 1938.
“ Me moriré en París con aguacero, un día del cual tengo ya el recuerdo”, había dicho él, con angustiosa y presagiosamente, en un soneto celebre; y el tiempo hubo de confirmarlo trágicamente. PeroVallejo, a pesar de su angustia humana universal, a pesar de sus convicción comunista- que no cegó en él ninguna de las fuentes de la bondad y de la comprensión humana-, escribía siempre pensando en el Perú y recogiendo en los giros de sus versos esencias peruanas, como cuando en París pensaba: “ Que estará haciendo a (sic) esta hora mi andina y dulce Rita, de junco y capulí”, o cuando recordaba losdías de fiesta provinciales, diciendo: “ Fue domingo en las claras orejas de mi burro, de mi burro en el Perú ( perdón en la tristeza)”. Y era al mismo tiempo el poeta desgarrado que cantaba el dolor de la vida, al que le dolía el dolor universal, en versos de tan extraña originalidad como estos que voy a leer para traer a esta Cámara, que por algo esta presidida también por otro poeta, el acento delos versos de Vallejo: “ Amado sea- el que tiene hambre o sed, pero no tiene hambre con qué saciar toda su sed, - ni sed con que saciar todas sus hambres- Amado sea – el que trabaja al día, al mes, a la hora-el que suda de pena o de vergüenza, aquel que va, por orden de sus manos, al cinema-,el que le paga con lo que le falta, -el que duerme de espaldas, el que ya no recuerda su niñez; amado sea-el calvo sin sombrero,- el justo sin espinas,- el ladrón sin rosas,- el que lleva reloj y ha visto a Dios, el que tiene un honor y no fallece, - Amado sea el que tiene chinches; el que lleva zapato roto bajo la lluvia, - el que vela el cadáver de un pan con dos cerillas el que se coge un dedo en una puerta,- el que no tiene cumpleaños,- el que perdió su sombra en un incendio,- el animal, el...
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