Cesarismo Democratico
Mediante las ideas descritas por el Libertador en el Discurso de Angostura (“
no somoseuropeos, no somos indios, sino una especie media entre los aborígenes y los españoles. Americanos por nacimiento y europeos por derechos
” [Bolívar; 1819; 23]), se busca dar soportehistórico a las teorías cientificistas propuestas porlos positivistas como Vallenilla Lanz: todo proyecto político debe ajustarse a las condiciones sociales, étnicas, culturales, geográficas;religiosas y económicas de la sociedad en cuestión. La existencia de un código legal que se ajuste alas verdaderas necesidades de nuestra sociedad se revela necesaria para la verdadera consagracióndel orden en la comunidad. Sin embargo, reprocha V. Lanz, nuestrosjuristas han continuadoempeñándose en buscar copiar modelos occidentales que no se ajustan a nuestra vida diaria.Consideramos, no obstante destacar, que esta situación se repitió a lo largo y ancho de loque fue la América Española. El cubano José Martí reflexionó en algún momento diciendo, “
laincapacidad no está en el país naciente, que pide formas que se le acomoden (…), sino en losquequieren regir pueblos originales, de composición singular y violenta, con leyes heredadas decuatro siglos (…)
” (en V. Lanz, 1919; 148)Bolívar prosiguió en su teoría legislativa y afirmó la necesidad de la instauración de unPresidente que no estuviera sujeto a los principios de alternabilidad y que, por lo tanto, gobernaralas naciones sin restricciones temporales (sin embargo, con este no se pretendeafirmar que elcaudillo no contará con el apoyo de la población). Principio sobre el cual se delineará, posteriormente, la teoría de V. Lanz del Cesar Democrático.Para Vallenilla Lanz, esta teoría bolivariana del Presidente confirma la necesidad de unafigura de gobierno que ejerza su poder mediante la imposición, ya que de esta manera se lograráhacer, “
prevalecer con provecho (…) la estabilidadpolítica, el desarrollo social y económico y laconsolidación del sentimiento nacional (…)
” (1919; 151), sin embargo, por el mismo carácter rebelde de los venezolanos, lo que ha predominado es la revolución que conlleva únicamente a laanarquía y el desorden. Para lograr mantener la República debe figurar al poder un “
hombre prestigioso, consciente de las necesidades de su pueblo, fundando la paz en elasentamiento general y sostenido por la voluntad de la mayoría a despecho del principio de alternabilidad
” (V.Lanz, 1919; 165). Se necesita de un “dictador” que logre dominar los instintos de los pobladores bajo su ala de poder. Nuestro autor concluye el capítulo pertinente a la “Ley Boliviana” afirmando que resulta posible trazar un paralelismo a partir de la historia de las nacioneslatinoamericanas y la historia delos grandes caudillos que han gobernado las mismas, dando a entender de esta manera que sólogracias a sus acciones es posible estudiar la historia de esos Estados. “
Si no se estudia a Páez, aCastilla, a Santa Cruz, a Lavalleja, es de todo imposible explicarse la evolución de Venezuela, del Perú, de Bolivia, del Uruguay
” (García Calderón en V. Lanz, 1919; 177).El “CesarismoDemocrático” concluye con un estudio cronológico del desenvolvimiento delos dos “Partidos Históricos” que caracterizaron a la Venezuela republicana: los godos (oconservadores) y los liberales.A lo largo de toda nuestra historia, ambas facciones de la sociedad venezolana hancaracterizado una larga serie de desencuentros y enfrentamientos que no vieron su conclusión ni conla consagración de laIndependencia de la nación. El resentimiento que se había acumulado entreambos hacía imposible que olvidaran “
sus odios profundos por el simple hecho de unatransformación política; y la lucha continuó formidable (…)
” (V. Lanz, 1919; 182).
8
La confrontación entre ambos venía a justificar nuevamente la necesidad del establecimientode una figura fuerte que pudiera controlar los instintos...
Regístrate para leer el documento completo.