cetro de jose
INTERLOCUTORES
JACOB
JOSÉ
**RUBÉN
SIMEÓN
*LEVÍ
JUDAS
*ZABULÓN
ISACAR
**DAN
GAD
**ASER
NEFTALÍ
BENJAMÍN
EL LUCERO
*LA INTELIGENCIA
*LA CIENCIA
¨*LA ENVIDIA
*LA CONJETURA
*LA PROFECÍA
LA MUJER DE PUTIFAR
*FARAONA
EL PINCERNA
ACOMPAÑAMIENTO
*MÚSICA
CUADRO PRIMERO
ESCENA I
Dicen Dentro:
Voz VAYA a la sima arrojado
el Soñador, y veremos,
[p.201] si le diéremos la muerte,
qué le aprovechan los sueños.
(Salen los HERMANOS DE JOSÉ.)
JUDAS Ya que en la cisterna está,
de su talar ornamento
despojado, que fue antes
de nuestro rencor objeto,
el darle la muerte ahora,
decidme, ¿de qué provecho
nos puede ser, sino sólo
quedar de su sangre reos?
¿No es mejor, pues Ismaelitas
Mercaderes, con camellos
de aromas y de resinas,
pasan a Egiptoa venderlos
de Galaad, que lo vendamos
por Esclavo? Pues, con eso,
no se manchan nuestras manos,
y se consigue el intento
de quitarlo de los ojos
de nuestro Padre. (Así quiero
evitar el mayor daño
de su muerte.)
RUBÉN Tu consejo,
Judas, admitimos todos;
y así, vamos a venderlo.
(Vanse.)
ESCENA II
(Salen la INTELIGENCIA, la CIENCIA, el LUCERO,laENVIDIA y la CONJETURA.)
LUCEROHermosa Inteligencia, esposa mía,
que desde aquel primer dichoso día
que tuve sér en tan dichosa Esfera,
has sido, con la Envidia, compañera
[p. 202] de mí varia fortuna, tan constante,
tan fina, tan fïel y tan amante,
que no te has desdeñado
de estar conmigo en tan terrible estado,
cuando Hermosura y Gracia me dejaron
y en el Solio Supremo se quedaron,
y sólo tú constante, sin dejarme,al Abismo bajaste a acompañarme,
quizá porque en mí fuese más tormento
tener tan perspicaz entendimiento:
pues ver que el Hombre está de ti privado,
no siendo más enorme su pecado,
me obliga a presumir que no es blandura.
CONJETURA Eso dirá mejor tu Conjetura,
pues hija tuya soy y de tu Ciencia,
y después sacarás la consecuencia.
ENVIDIA Y yo, la de sentir, pues soy la Envidia,
hija tuyatambién, áspid que lidia
en tu abrasado pecho,
de donde las entrañas te he deshecho;
pues después que tu Ciencia pervertida
abortos concibió, la preferida
fui yo, a los demás vicios,
que ocupas en tan varios ejercicios
del incesable anhelo
de hacerle guerra continuada al Cielo.
LUCERO Así es verdad; mas deja ese argumento
(que es digresión, no principal intento),
y a lo que consultarosquiero, vamos.
Y puesto que el principio ya asentamos
de que no fué blandura ni clemencia
el que Dios me dejase con la Ciencia,
ni privar de ella al Hombre fue el castigo
mayor en él, mi narración prosigo.
Y veréis, en los casos subsecuentes
[p. 203] (que son ya antecedentes),
cómo Dios a él le da, por varios medios,
esperanzas obscuras de remedios,
y le va concediendo,
de unossiglos en otros trascendiendo,
varias apelaciones,
cuando a mí, en mis prisiones,
leyó definitiva, en mi delito,
sentencia de prescito;
de donde saco, porque más me asombre,
que Dios intenta remediar al Hombre,
y que yo, eternamente condenado,
pague un solo pecado.
Y más, ahora, este prodigio nuevo
de ese hermoso Mancebo,
a quien ahora visteis que inhumanos
vendieron sus Hermanos
(que nosé qué en él veo,
que ni lo dudo bien, ni bien lo creo),
¿qué tipo o qué figura,
como a quien ve de lejos la pintura,
descubre misterioso?
Y pues el atenderlo es ya forzoso,
de ti, Ciencia, me valgo,
para ver si inferir podemos algo;
y pues para tu idea
no hay distancia ni tiempo que lo sea,
los siglos hacia atrás retrocedamos,
las distancias midamos
de la pasada edad, y la futuraprimicias le dará a la Conjetura,
para que de uno y otro antecedente
saque, si no evidente,
probable conclusión, por ver si acierto
en el daño, que ya imagino cierto.
CIENCIA Bien has dicho, Lucero,
que soy yo tu tormento más severo;
y pruébelo el que ahora tú me ordenas
que renueve tus penas
[p. 204] con discurrir los tiempos, y señales
que al Hombre anuncian bienes, a ti males....
Regístrate para leer el documento completo.