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Anuario de Derechos Humanos. Nueva Época. Vol. 5. 2004 (435-505)

El cansancio de Occidente, el nihilismo
y el debate constitucional sobre
el derecho a la educación: ¿de qué se trata?,
¿qué hace posible hoy una auténtica
experiencia educativa?
Ana Llano Torres

Profesora contratada-doctora de Filosofía del Derecho de la
Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de MadridSUMARIO: 1. LA

ENCRUCIJADA ACTUAL: LA INTOLERANCIA DEL NIHILISMO

FRENTE AL REALISMO DE LA TRADICIÓN.—2.

SUJETO,

CONTENI-

DO Y MÉTODO COMO FACTORES ESENCIALES DE LA EXPERIENCIA

2.1. La relación maestro-discípulo. Un método
comunitario. 2.2. Objeto: la materia y su valor educativo.
La introducción en la realidad entera. 2.3. El método: tradición, experiencia, crítica.
EDUCATIVA:Diversos factores han contribuido a reavivar, una vez
más, el debate en materia de educación en nuestro país.
De un lado, la actualidad del debate constitucional, debido
a los denodados y frustrados intentos de dotar a la Unión
Europea de una Constitución y a los continuos comentarios críticos o más frecuentemente elogiosos que ha recibido nuestra Carta Magna en su vigésimo quinto aniversario.Baste aludir a las discusiones y suspicacias que despierta el reto de la convergencia ante la necesidad
inminente de adaptación al espacio europeo de educación,
o a la polémica que generan las diferentes y con frecuenia
incompatibles interpretaciones que reciben los derechos
fundamentales, siendo especialmente virulenta la relativa
al derecho de educación y libertad de enseñanza.

436ANA LLANO TORRES

De otro lado, la oleada de juicios y medidas de signo laicista a que estamos asistiendo ha provocado la reacción de
algunos sectores de la población que no comparten en absoluto esa equiparación entre laicismo y laicidad típica del
estatalismo ilustrado pretendidamente neutral. Polémica
estrechamente ligada al mundo escolar y que, rápidamente, ha servido para poner encuestión los siempre debatidos temas de la enseñanza de la religión, los conciertos, lo
público y lo privado, etc.
A esos dos motivos, se añade el intento de mejorar la
penosa situación de las enseñanzas medias y universitaria
por medio de las nuevas leyes de calidad, que también han
sido objeto de duras críticas y que, si antes iban a exigir el
esfuerzo de desarrollarlas en cada ámbito concreto,ahora
se encruentran ante la perspectiva de su sustitución por
otras leyes de signo diverso.
Por último, sin ánimo alguno de exhaustividad, se palpa cada vez más en el ambiente, no sólo en los medios de
comunicación y en los políticos, ni exclusivamente en el
mundo de los intelectuales y los profesores, una preocupación creciente por la desorientación y superficialidad inauditas de tantosjóvenes, así como por la rebeldía e incluso
violencia que se aprecia cada día más en los niños. Es fácil
detectar en muchos una apatía e indiferencia que impide
todo interés que no sea por el placer momentáneo. Una
ansiedad y frustración que llenan las consultas de los
psicólogos y psiquiatras. Una banalidad, inconsistencia e
inmadurez que incapacita para todo compromiso y sacrificio, sin los queno cabe una relación verdadera con nada ni
con nadie. Una falta de sentido de la realidad y de sorpresa por las cosas que hace la vida gris y monótona.
Por no hablar del terrible atentado que hemos vivido no
hace mucho, aunque pueda tristemente parecernos ya demasiado lejano. Y es que el tiempo vuela y arrasa con
todo, cuando no se cultiva la memoria y «todo conspira
para callar de nosotros,un poco como se calla una
vergüenza, quizá un poco como se calla una esperanza inefable» (R. M. Rilke).

EL CANSANCIO DE OCCIDENTE, EL NIHILISMO...

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Es una preocupación que en muchas ocasiones decae,
cuando no claudica a priori ahogada por la impotencia de
un Occidente cansado, y que no siempre es consciente hasta el fondo de las causas del malestar que nos invade. Pero
la...