Chagall
El arte de la alegría
Sandra Mª Cerro
Grafóloga y perito calígrafo (www.sandracerro.com)
José Gaspar Birlanga
Profesor de Estética y Teoría de las Artes (Universidad Autónoma de Madrid)
Marc Chagall en la Grafología y en el Arte
La vida vivida, la historia, la imagen y la representación interactúan
continuamente y se proyectan en un espacio: la obra artística. De ahí que la
imagen, aligual que la grafía, tenga ese poder comunicativo: la imagen artística
no es sólo imagen, es más que imagen, así como el trazo no es tampoco sólo
trazo. En este sentido, el arte, se ha dicho, nos hace partícipes de una idea
suprasensible por medio de sus elementos sensibles, y eso mismo puede
perfectamente aplicarse al análisis grafológico.
Pero cabe ver en la imagen/trazo ese doble sentido que acontinuación vamos a
descubrir en Chagall, la imagen como representación pero también como
ausencia de la misma. Lo que la imagen muestra, lo visible, la representación
embellecida o no del mundo, eso es la belleza, y también la belleza es un
criterio artístico; sin embargo, la imagen como ausencia está apelando a lo que
no está en el mundo visible, al invisible, a lo que no puede serrepresentado, y
ahí hablamos de sublimidad. La obra puede ser sublime, pero no bella al mismo
tiempo. Porque lo sublime es de por sí negativo, pues no se halla en el objeto
del mundo exterior, de la naturaleza que representamos, ni tampoco es
resultado de una producción formal o bella de un producto artístico. Lo mismo
puede decirse de la grafía, letras “bonitas” no revelan necesariamente
apreciaciones“gratas”.
Marc Chagall. De camino a la nostalgia
“Me llamo Marc, tengo espíritu sensible y nada de dinero, pero dicen que tengo talento”
(Marc Chagall, “Mi vida”)
Tras la afilada y persuasiva mirada de Marc Chagall se oculta el poeta del
ensueño, el alocado artista de imaginación inquieta y música en el pincel, que
regala tonalidades de color, forma y movimiento a todo gesto gráfico que
imprime. Suimpronta, pintada tanto como escrita, nos esboza hoy su más
íntimo retrato. El retrato de un hombre que vivió amparado bajo el puente que
él mismo trazó entre su pasado y su futuro, y que vistió su presente de
esperanza, añoranza y alegría de vivir pese al atormentado mundo que le tocó
a su existir en suerte.
“Cuando observaba a mi padre debajo de la lámpara, soñaba
con cielos y cuerpos celestes,mucho más allá de nuestra calle.
Toda la poesía de la vida se condensaba en la tristeza
y el silencio de mi padre.
Allí estaba la fuente inagotable de mis sueños:
mi padre, comparable con la vaca inmóvil, taciturna y callada
sobre el tejado de la choza”
Chagall nació el 7 de julio de 1887 en Vitebsk, y fue el mayor de nueve
hermanos en una familia muy humilde, de origen judío. Su pasado, sufamilia y
la tradición cultural dejaron llaga en una vida que, en su caminar de avance,
parece querer siempre volver la vista atrás, y retrotraerse hacia el imborrable
abrazo de los recuerdos.
Así puede verse, muy gráficamente, en la obra “Yo y la aldea”, sobre este
párrafo, donde Chagall divide el lienzo en cuatro significativos cuadrantes, que
nos sirven como muestra en avanzadilla de lo que másadelante veremos sobre
el simbolismo del espacio gráfico: La zona izquierda representa el pasado, el
rostro de vaca de mirada penetrante y tierna, que devuelve al autor escenas de
ordeño orientadas, a su vez, las figuras hacia la izquierda. En la derecha, el
autor se refleja a si mismo en un tono verde esmeralda de esperanza, de
confianza en esa alianza con su pasado que le ayude a hacerse a sí mismoy a
avanzar hacia el futuro que espera. Alianza que se sella, en la zona inferior, con
un ramillete de tintes mágicos, haciendo honor al arraigo a la tierra. Y, por
último, la zona superior del cuadro, entonando nubes oscuras, y casas y figuras
volteadas, nos desvelan la mente fantasiosa y a su vez confusa y atormentada
del autor.
Una esquina para los sueños
En este fragmento de una carta...
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