Chap. 10


Los liberales frustrarlos recurrieron a Estados Unidos en busca de ayuda y lograron a William Walker, hijo de una austera familia fundamentalista de Tennessee, locuaz y de gran intelecto. De joven habia estudiado medicina en Estados Unidos y Europa, y luego se dedic6 al derecho en Nueva Orleans. Bajo contrato de los liberales, pag6 a un pequefio ejercito e invadi6 Nicara­ gua en1855. Se aduefi6 de uno de los navfos de pasajeros de Vanderbilt, ob­ tuvo una nipida victoria, se nombr6 jefe de las fuerzas armadas y se estable­ ci6 como gobernante dictatonal del pais.
El gobierno estadounidense asisti6 a estos acontecimientos con permisi­
vidad, tolerando sin ambages la intervenci6n de un ciudadano propio en los asuntos de otro Estado. Walker dot6 a susfuerzas con veteranos de la gue­ rra de 1846-1848 con Mexico, acept6 el apoyo de los adversarios comerciales
de Vanderbilt e incit6 la inmigraci6n desde el sur de Estados Unidos, quelle­ v6 consigo la esclavitud. Sin embargo, como hizo que creciera la oposici6n de los ingleses y de los conservadores de otros estados, se le retir6 del poder en
1857. En 1860 trat6 de regresar y encontr6 lamuerte.
Asi termin6 la «Guerra Nacional», acontecimiento con implicaciones du­ raderas, que desacredito tanto a los liberales como a Estados Unidos y ayu­ da a explicar por que los conservadores permanecieron en el poder durante
mucho mas tiempo en Nicaragua que en otras partes de Centroamerica du­
rante el siglo XIX.



La teoria liberal y las «dictaduras republicanas»

Trasla muerte de Carrera en 1865, los liberales comenzaron un resurgimien­ to. Se habia iniciado a finales de la decada de 1850, cuando Gerardo Barrios se convirti6 en presidente de El Salvador, y pronto prendi6 en otros pafses. En 1870, Tomas Guardia, oficial del ejercito, asumi6 la presidencia de Costa Rica. En 1873, Justo Rufino Barrios tom6 el poder en Guatemala, lo mismo que AurelioSoto en Honduras, en 1876. Ellegado de la expedici6n de Wal­ ker retras6 el retorno de los liberales en Nicaragua hasta 1893, cuando Jose Santos Zelaya se convirti6 en el jefe ejecutivo.
Corno otras elites latinoamericanas de finales del siglo XIX, los liberales
centroamericanos crefan en las nociones de progreso y desarrollo econ6mico. Buscaron integrar sus paises con el resto delmundo, adquirir los aderezos de la civilizaci6n y fomentar la mejora material. Compartian las ideas de la ge­ neraci6n de 1880 argentina y, de forma mas particular, de los cientificos me­ xicanos. En politica seguirian de cerca el ejemplo de Porfirio Dfaz.
A pesar de sus compromisos liberales, estos dirigentes establecieron lo que acabaria conociendose como «dictaduras republicanas».Centralizaron la autoridad, manipularon las elecciones, controlaron las instituciones y se man­ tuvieron en el poder durante extensos periodos. Su apoyo interno provenia de la aristocracia latifundista y de algunos sectores medios. Forjaron una es­ trecha alianza con los intereses extranjeros, ingleses, alemanes y norteameri-
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canos.Modernizaron sus efectivos militares y las fuerzas de policia, que uti­
lizaron a su albedrio para intimidar y suprimir a la oposici6n.
Este modelo produjo algunas alteraciones sociales. Donde las distincio­ nes entre conservadores y liberales eran mas claras (Guatemala y Costa Rica), llevaron a un eclipse casi total del poder de las familias conservadoras. Donde las lfneasde partici6n eran borrosas (Honduras, El Salvador), algunas dirrastlas lograron imponerse. Nicaragua result6 ser una excepci6n, ya que las familias conservadoras habfan conseguido consolidar su posici6n cuando Ze­ laya lleg6 al poder. En general, el ascendente liberal abri6 oportunidades a los sectores profesionales de clase media y a los ladinos, y, como veremos, auspici6 medidas...