Charlemagne
jefe, aceptó los rehenes que se le habían ofrecido y concedió como favor especial al padre
que nocompareciera ante su presencia; reteniendo en calidad de rehén al hijo menor, le
envió al mayor. Tras despedir a los embajadores para que exigieran y aceptaran de los
beneventinos y su jefelos juramentos de fidelidad, regresó a Roma y después de transcurrir
allí unos días para venerar los lugares santos, regresó a la Galia.
[11] Después estalló repentinamente la guerra enBaviera, que se terminó en corto tiempo.
Fue producto conjuntamente de la soberbia y necedad del duque Tasilón, quien, animado
por su esposa, hija del rey Desiderio y que creía poder vengar, através de su marido, el
exilio de su padre, pactando con los hunos —que se encuentran al oriente de los bávaros—,
no sólo intentaba desobedecer al rey, sino que le provocaba a la guerra. La cóleradel rey no
pudo soportar tal arrogancia, por parecerle excesiva; y por consiguiente, convocando a sus
tropas de todas partes, se dirigió en persona al río Lech con un gran ejército paraatacar
Baviera. Dicho río separa a los bávaros de los alamanes. Establecido su campamento a
orillas del mismo, antes de entrar en la provincia, decidió sondear el ánimo del duque a
través de susenviados. Tasilón, considerando que no sería de utilidad ni para sí mismo ni
para su pueblo empecinarse en seguir con las acciones, se presentó al rey como suplicante,
entregó los rehenesque se le ordenaban, entre los que se hallaba también su hijo Teodón, y
prestó además juramento de fidelidad, en el sentido de que no daría más oídos a nadie que
quisiese persuadirle adesobedecer la autoridad del rey. Y así se puso rapidísimo fin a una
guerra que parecía estar a punto de convertirse en la más importante.
Sin embargo, más tarde, Tasilón, llamado a presencia d
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