charles taylor
Lo que Taylor busca establecer en su teoría de la identidad es que 1) no es posible “ser un yo”, configurar la propia identidad, sin hacerreferencia a los bienes que definen la vida del agente como significativa y 2) en un nivel más profundo, que si esto es así, la construcción de la identidad no puede ser autogenerada: antes bien, es resultado de un proceso de interacción social al interior de un mundo significativo común. Nuestro autor pretende mostrar que el yo no es un “objeto” en el sentido usual del término, que “no poseemos yosde la misma manera que poseemos hígados o corazones”[2] , de modo que indagar acerca de la identidad nos lleva a explorar los espacios humanos de interlocución, prácticas sociales y orientación hacia los bienes.
La postura de Taylor respecto de la vacuidad del atomismo posee una clara impronta hegeliana. En la Fenomenología del espíritu muestra Hegel por primera vez cómo el yo – al haberaccedido a la figura de la autoconciencia – cae en la cuenta que su propia sustancialidad sólo puede ser adquirida volcándose hacia la vida, que la pura autoconciencia de sí equivale a la fría tautología de la ecuación yo = yo. Es por eso que su relación con el mundo es de apetencia. Más adelante la conciencia des – cubre que su propia realización tiene lugar en la relación con otra autoconciencia, entérminos de reconocimiento. Es en el contexto de la inscripción reflexiva en una red de relaciones histórico – sociales – en virtud del punto de vista del espíritu, “un yo que es nosotros y un nosotros que es yo”[3] – donde este saber adquiere su auténtica concreción. Allí el obrar y el querer individual son comprendidos en la trama de acciones e instituciones de la comunidad. A pesar de que Hegelemplea el concepto de identidad en un sentido diferente (por ejemplo en su exposición del sistema), para hablar de la quieta igualdad de sí que sólo encontramos parcialmente en lo humano concreto, es en la Fenomenología donde la tesis de la configuración social del yo adquiere un desarrollo propiamente conceptual[4].
Desde el punto de vista de la fenomenología moral que Taylor suscribe lapregunta acerca de Quién soy yo me remite a aquella que indaga por dónde me encuentro, el lugar en el que me sitúo en un horizonte de interrogantes, creencias y valoraciones. Es decir, la cuestión acerca de la identidad es inseparable de el examen de mis evaluaciones fuertes al interior de un “mapa” moral de opciones e intereses en el cual oriento mis acciones; en términos de Taylor, “mi identidad sedefine por los compromisos e identificaciones que proporcionan el marco u horizonte desde el cual yo intento determinar, caso a caso, lo que es bueno, valioso, lo que se debe hacer, lo que apruebo o a lo que me opongo. En otras palabras. Es el horizonte dentro del cual puedo adoptar una postura”[5].
La analogía espacial aquí puede resultar de utilidad, puesto que el tema de la determinación delsí mismo podría formularse en términos de orientación (en la vida). En términos espaciales, puedo considerar seriamente que “estoy perdido” cuando - ya sea porque no sé dónde me encuentro o porque no sé adonde quiero ir - no me es posible orientar mi camino en la calle (de hecho, si ignoro alguno de ambos datos, la posesión de un mapa tampoco resolvería nada[6]). Del mismo modo, en situaciones...
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