Charlotte Corday
Infancia y juventud
Hija de François deCorday d'Armont, gentil hombre de provincias de humilde fortuna, y de Jacqueline-Charlotte-Marie de Gontier de Autiers, fue descendiente del famoso autor Pierre Corneille. a muerte de su madre forzó al Sr. Corday a separarse de sus cinco hijos. Las tres hijas entraron en un monasterio de Caen. Entonces Charlotte tenía trece años, y 22 en el momento de la supresión de los monasterios mediante eldecreto del 13 de diciembre de 1790. Su vieja tía, Madame de Bretteville, la acogió en su casa de Caen. Charlotte ya se inclinaba entonces hacia las nuevas ideas. Era el tiempo en el que los girondinos luchaban contra sus enemigos en la Convención; era el tiempo en el que el jacobino Jean-Paul Marat, que representaba para ella la tiranía, triunfaba en París. Los girondinos proscritos y fugitivos serefugiaron en Calvados. Tenían asambleas a las que Charlotte Corday asistió en numerosas ocasiones. Fue así como se codeó con Buzot, Salles, Pétion, Valady, Kervélégan, Mollevault, Barbaroux, Louvet, Giroust, Bussy, Bergoing, Lesage, Du Chastel y Larivière. El 9 de julio de 1793, dejó Caen para dirigirse a París donde se hospedó en el "hôtel de la Providence", el 11 de julio al mediodía.Provista de una carta de presentación de Barbaroux, se presentó en casa del diputado Lauze de Perret, por quien se enteró de que Marat ya no aparecía por la Convención. Era necesario entonces encontrarlo en su propia casa. Ella le escribió lo siguiente: Llego de Caen, su amor por la patria me hace suponer que tendrá a bien conocer los desafortunados acontecimientos de esta parte de la República. Mepresentaré en su casa dentro de una hora, tenga la bondad de recibirme y de concederme unos momentos para entrevistarnos. Les mostraré la posibilidad de prestar un gran servicio a Francia. No habiendo podido presentarse ante Marat, le hizo llegar una segunda carta: Le he escrito esta mañana, Marat; ¿ha recibido mi carta? No puedo creerlo, se me niega su puerta. Espero que mañana me conceda unaentrevista. Se lo repito, llego de Caen, tengo que revelarles los secretos más importantes para la salud de la República. Además se me persigue por la causa de la libertad. Soy desafortunada, basta que lo sea con tener derecho a su patriotismo. Sin esperar una respuesta, Charlotte Corday salió de su habitación a las siete de la tarde y se presentó en el número 18 de la "rue des Cordeliers"
El asesinatode Marat
Alphonse de Lamartine, en su «Histoire des Girondins», libro 44, escribió:
"Descendió del coche en el lado opuesto de la calle, frente a la residencia de Marat. La luz comenzaba a bajar, especialmente en ese barrio oscurecido por altas casas y por estrechas calles. La portera, al principio, se negó a dejar entrar a la joven desconocida en el tribunal. A pesar de ello ésta insistió y llegóa subir algunos peldaños de la escalera bajo los gritos en vano de la portera. Con este ruido, el ama de llaves de Marat entreabrió la puerta, y negó la entrada en el apartamento a la extranjera. El sonoro altercado entre ambas mujeres, en el que una de ellas suplicaba que la dejaran hablar con el "Amigo del pueblo" y la otra se obstinaba en cerrar la puerta, llegó a oídos de Marat. Éstecomprendió, por las entrecortadas explicaciones, que la visitante era la extranjera de quien había recibido dos cartas durante la jornada. Con un grito fuerte e imperativo, ordenó que la dejaran pasar.
Por celos o desconfianza, Albertine obedeció con repugnancia y entre gruñidos. Introdujo a la joven muchacha en la pequeña habitación donde se encontraba Marat y dejó, al retirarse, la puerta del pasillo...
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