Charlotte

Algunos se atreven a decir que fueron seis, otros aproximan que siete y los menos intrépidos aventuran a calificar como “un grupo de mexicanos” los que, en 1969, fundaron las Fuerzas de LiberaciónNacional en México. Tras este baile de cifras, cierto es que entre ese número de desconocidos (desconocidos porque todos sus componentes se camuflaban entre nombres falsos) se encontraba el señor CésarYañez, cabecilla y fundador histórico del movimiento. Más de medio siglo después desde que Emiliano Zapata liderara uno de los movimientos revolucionarios más significativos de Sudamérica, el FLN seencomendaba a los principios que el “Caudillo del Sur” defendió a capa y espada en la Revolución mexicana que se inició a finales de 1910. Estos principios se basaban en un plan de acción agrarista ypro-indígena. Su línea de política central se basaba en la reclamación de un reconocimiento constitucional y legislativo muy concreto del sector indígena mexicano y, también, se exigía la expropiaciónde las tierras a los hacendados y caciques de todo el país para que fueran devueltas a los campesinos. Las diferencias entre el Plan Ayala (donde se recogieron las intenciones de Emiliano Zapata paracon el pueblo y el Gobierno mexicanos) y el FLN son inexistentes. La llamada a la revolución armada y al derrocamiento de los opresores del campesinado por la fuerza fueron los pilares que sujetabanambos bandos revolucionarios. De hecho, si comparamos el final de ambos cabecillas, tanto Emiliano Zapata como César Yañez fueron acribillados a tiros, uno (Yañez) en campo de batalla y el otro atraición. Se podría achacar este movimiento revolucionario a factores históricos que no son precisamente recientes, como la colonización española en Sudamérica a partir del siglo XVI (donde muchos de losindígenas que pueblan esas tierras ven la raíz de todas sus desgracias y su destierro social) o la inestabilidad política que sufre México quizás desde la Guerra Juarista a mediados del siglo XIX...