Chifladete

Erase una vez un científico loco que vivía en un país llamado Turulandia. El científico loco, que se llamaba Chifladete, no paraba de inventar pociones mágicas que no servían para nada.
Una vez inventó una poción que volvía a las personas de color rosa. Al principio provocó algún interés pero, claro, luego la gente se dio cuenta de que ser de color rosa no sirve para nada.
Otra vez inventóuna poción que servía para olvidarse de las tristezas. La idea era muy buena pero lo malo es que la poción también hacía que el la bebía olvidase las alegrías, las ideas, su nombre, el nombre de sus hijos, en fin, prácticamente todo. Resultó ser un rotundo fracaso y Chifladete por poco acaba en la carcel, pues mucha gente se enfadó con él. Menos mal que los efectos de la pócima duraban solo variosdías.
Pero un día Chifladete consiguió un invento genial: una poción que hacía invisible al que la bebía. -¡Casilda- Llamó Chifladete a su novia. He descubierto la fórumula de la invisibilidad. -¿De verdad?- preguntó Casilda. -Claro que sí; la fórmula de la invisibilidad. ¿Te das cuenta de lo que eso significa?
Chifladete, que era un buen ciudadano, pensó que lo mejor era hablar con el rey deTurulandia para ofrecerle su pócima. Al principio no le dejaron entrar en palacio pero después de insistir mucho logró que le recibiera el Primer Ministro de Turulandia.
Chifladete le habló de la pócima y, lógicamente, el Primer Ministro no le creyó, pero cuando iba a llamar a los guardias para que echaran a Chifladete a patadas, éste le dio un poco de pócima a su gatito Perico, que le habíaacompañado, y Perico desapareció al instante. Aunque Perico era un gato muy bonito a Chifladete no le importó porque los efectos de la poción no duraban más de un día.
El Primer Ministro se quedó boquiabierto e inmediatamente cogió a Chifladete del brazo y se lo llevó a ver al Rey.
El Rey tampoco salía de su asombro. -Esto es genial- Dijo -Gracias a este invento podremos al fin conquistar el país dePatinolandia y luego Loquilandia y así el resto del mundo.
-Pero…- balbuceó Chifladete -Yo no quiero que mi poción se use para la guerra. Quiero que se use para otras cosas.
-Tonterías- Respondió el Rey -¿Cuánto quieres por tu poción?
Chifladete, que se dio cuenta del error que había cometido, se quedó un rato callado y al final respondió: -¡Ni por todo el oro del mundo vendería mi poción paraempezar una guerra!
- ¿Ah si?- Gritó el Rey -Pues entonces no tendremos más remedio que encerrarte en una oscura prisión de este castillo e iremos a tu casa a confiscar la poción mágica.
-Majestad- dijo el ingenuo Chifladete -Vos no podéis hacer tal cosa. Sois el Rey.
-Por eso mismo puedo hacer lo que creo mejor para mi reino. Coged el frasco de la pócima y encerradlo en un calabozo- Ordenó elRey.
Después de encerrar a Chifladete el Rey ordenó a su soldados que registraran su casa para encontrar toda la poción mágica que hubiera fabricado.
Al cabo de algunas horas volvieron los soldados con dos grandes toneles de los que se usan para guardar vino. -Majestad- Dijo el jefe de los soldados -Hemos encontrado dos toneles llenos de un líquido verde exactamente igual que el del frasco quenos disteis. Seguro que los dos contienen la misma poción mágica. -Perfecto- Añadió el Rey –
Al cabo de poco más de un mes el ejército de Turulandia estaba formado en la frontera con el vecino país de Patinolandia. El Rey Zumbarón de este país había recibido una misteriosa carta del de Turulandia, en la que éste le amenazaba con una nueva y poderosa arma si no se rendía y le entregaba el paísentero. Aunque Zumbarón era un rey valiente, estaba muy asustado porque no sabía en qué podía consistir la extraña arma de la que le hablaba su enemigo.
Por desgracia para los habitantes de Patinolandia, la amenaza se cumplió y, de repente, sus soldados fueron atacados por extraños soldados invisibles que golpeaban por todas partes y a los que era muy difícil responder. En pocas horas, el...