Chile y Las Regiones

Chile y las Regiones

Chile, en el último tiempo, ha proyectado la imagen de país innovador, con gran capacidad de resolver los desafíos del crecimiento económico. Ello, es algo que se comenta en todos los foros, principalmente los latinoamericanos, cuyos países intentan adoptar aquellas medidas que Chile adoptó hace algunos años, y que le otorgan una cierta aureola de modernidad y de modelo aseguir.

La conceptualización de la modernidad, que ingresa como reemplazo del paradigma de la reforma de las décadas pasadas, implicó, de alguna manera, ampliar la brecha de estratificación existente entre las élites dirigentes y clases sociales; las que si bien con el tiempo han desarrollado esquemas de mayor autonomía en algunos planos, todavía esperan los beneficios de la tan anheladamodernidad. Es lo que ha pasado, por ejemplo, con la regionalización, que acaparó gran parte del esfuerzo y energía de la actual democracia como plano reformador de las relaciones Sociedad Civil - Estado, que sólo ha quedado relegada a expensas de la tecno-burocracia, huérfana de verdadero compromiso político.

Hoy, las comunidades regionales todavía esperan algo de este proceso que entusiasmó tanto yque permitió abrigar tantas esperanzas. En efecto, hoy, después de más de veinte años de implementada la reforma administrativa que dio lugar a la regionalización, todavía nos preguntamos por qué no se entregaron a las regiones las herramientas para que verdaderamente se pueda hacer gobierno y gestión regionales y con ello dar plena satisfacción a las expectativas que se cifraron en este procesoque, de acuerdo a los antecedentes que se entregan en este estudio, está lejos de haber cumplido los propósitos que se plantearon; como, por ejemplo el de desconcentrar la riqueza nacional en el plano económico, y el de desconcentración del conocimiento en el plano científico tecnológico.

Podrá argumentarse que producto del fenómeno propio del sistema ideológico imperante, la modernidad, y dela evolución que a su interior se da; pero, lo que no se puede sostener, son las razones por las cuales las regiones todavía están sin las herramientas para sumarse efectivamente, como promotoras del desarrollo del país, y contribuir de modo significativo a fortalecer la democracia como forma de gobierno.

Los principios que orientan la política de descentralización son la autonomía, laparticipación, la equidad. Como también están los criterios generales de acción de la política que son fundamentalmente cuatro, la sectorialidad, la subsidiaridad y la diferenciación y selectividad territorial y su gradualidad.

El objetivo general de la política es contribuir al desarrollo del país, impulsando reformas político institucionales que reconozcan el legítimo derecho de la ciudadanía regionaly comunal, sus representantes e instituciones para decidir y gestionar los asuntos propios de sus territorios, especialmente los relativos al desarrollo económico, social y cultural.


Los objetivos específicos son:
▪ Realizar las reformas político administrativas en orden a desarrollar un Estado unitario descentralizado, mejorando el sistema de representación ciudadana y rediseñando lainstitucionalidad territorial.
▪ Modernizar la gestión territorial del Estado central en términos de calidad, equidad, cobertura y oportunidad, a través de una desconcentración efectiva y funcional al proceso de descentralización.
▪ Adecuar la división política administrativa y su institucionalidad, incorporando las diversas formas de identidad territorial, reconociendo situacionesterritoriales especiales y fenómenos urbanos en progresión.
▪ Consolidar un sistema financiero regional y local, ampliando su autonomía y equidad, mejorando sustancialmente la asignación de recursos públicos y otorgando sustento real a las decisiones de la ciudadanía y sus representantes.


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