chinos
Según declaraciones del empresario a un medio local, “fue un simple ejercicio. Quería conocer los límites de mistrabajadores, ver qué grado de compromiso tenían con la compañía“. Curioso ejercicio. Me pregunto qué será lo siguiente. ¿Pedirles que se tumben sobrelos raíles de una vía de tren para comprobar quién aguanta más? ¿Cruzar una autopista de cuatro carriles en plena hora punta? Quizás me he pasado unpoco, pero viendo cómo se las gasta, todo es posible.
Sé que el trabajo es un bien muy preciado en esta época de recesión y de crisis. Pero esteejemplo de (me ahorro el calificativo) pasa los límites. Aunque analizándolo fríamente no debería sorprenderme, siempre se puede decir: “lo que sucede enChina, se queda en China“. Un país donde, según me cuentan, los derechos laborales están escondidos en lo más profundo de un baúl polvoriento.
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