Chocolate

I


Lo último que un neurocirujano condecorado desea hacer en su día libre es ir a retirar un encargo de su esposa; sin embargo era justamente el fin de semana que le esperaba al Dr. Jhonn Cohen, la razón porque lo hacia era su endeble matrimonio. Hace unos meses atrás su esposa le daba los buenos días junto con muchas recriminaciones como: no tienes tiempo para la familia, solo piensas en eltrabajo y lo más ofensivo, ya no tenemos relaciones sexuales como antes.
Tal vez estos problemas son trillados en las parejas de la actualidad, mas aún tomando en cuenta que los periódicos muestran a diario tragedias intrafamiliares muchísimo más graves que solo pequeños desacuerdos; empero el Dr. Cohen ama a su esposa y no quiere que su matrimonio se acabe o lo peor, que alguno de los dostermine asesinando al otro.
-No te olvides de retirar las cortinas de la tienda del centro-, habían sido las palabras de Carolina, una mujer muy detallista (por no decir obsesiva) que siempre exigía la perfección en cuanto a decoración de interiores se refería, aún siendo una Abogada Penalista, pero quien dice que las aptitudes deben estar estrechamente ligadas con la profesión de alguien, (es unapregunta retorica sin respuesta obvia). Como sea, el hecho es que sin duda alguna el salir por cortinas no tenía nada de interesante, aunque Jhonn ya había tenido su buena dosis de tención en el transcurso de la semana, al informar a una familia con tres niños que la madre no había resistido una operación para extirparle una neoplasia a nivel prefrontal, así que dar una vuelta por el centroresultaba desestresante, haciendo un lado el hecho de que lo hacia por un mandato de su mujer.
La tienda de cortinas no tenia nada de especial, un letrero con letras de neón sin colores, una puerta doble de vidrio con marco de madera, dos escaparates muy pulcros, una alfombra de terciopelo que daba la bienvenida a los clientes y sus paredes llenas de muestras de cortinas con estilos variados y de preciosno muy accesibles. No por nada la tienda “Los Estores” se había convertido en la más conocida de la ciudad.
Al abrir la puerta se escuchaba el sonido de una campanilla que fue el detonador para que los dependientes giraran casi simultáneamente hacia Jhonn, pero fue una joven de cabello castaño, quien se acercó a darle la bienvenida.
- Buenas Tardes caballero – le saludó la joven – ¿en quépodemos servirle?
- Muchas Gracias –dijo Jhonn respondiendo a la cortesía de la joven- mi esposa reservó una cortina hace dos días y me ha enviado a retirarla.
- Claro con gusto le ayudare, ¿tiene con usted el comprobante de reserva?
- Si justamente aquí lo traigo – Jhonn introdujo la mano a su bolsillo y saco el comprobante de reserva con el respectivo sello de la tienda.
- Gracias en un minutoregresare con su producto señor, si gusta puede recorrer la tienda observando nuestra variedad de cortinas, siéntase como en su casa volveré en seguida.
La joven se dirigió a una amplia puerta al final del pasillo que tenia un letrero de bodega, digitó algunos números en un panel que se encontraba a la derecha e inmediatamente ingreso dejando atrás a Jhonn.
Mientras Jhonn esperaba a sueficiente asesora comercial cerca de la caja, tuvo tiempo de revisar sus mensajes en su teléfono móvil y encabezando la lista estaba un mensaje de Carolina quien le preguntaba si había retirado la cortina como habían acordado, no era necesario responder un mensaje, si Carolina veía llegar a Jhonn con la cortina, así que sin pensarlo elimino el mensaje, a continuación recorrió con el dedo algunosmensajes de ofertas de su operadora hasta llegar a uno sin asunto, que decía: Doctor, disculpe que lo moleste soy Luisa su secretaria, tuve que enviarle este mensaje del teléfono de mi hermana porque perdí el mío ayer, como no he podido recuperar mi número anterior me vi en la necesidad de hacerlo por medio de este teléfono. El motivo de mi mensaje es para confirmarle la cirugía del Sr. Espinoza que...