Chocolates helena

Chocolates Helena
INDUSTRIA DE SABOR CASERO

Un talento con iniciativa

Ica, año 1974, doña Elena Soler de Panizo, una joven y dinámica ama de casa de clase media, tenía el don de la repostería y se pasaba las tardes en la cocina de su hogar, preparando la deliciosa receta de toffees con pecanas que una íntima amiga le había obsequiado. Todo aquel que probaba el pequeño manjar repetía lamisma frase: “Oye Elena, esto es una maravilla, ¿por qué no lo vendes?. No mucho tiempo después –un año o poco más- los “chocolates de Elena” eran conocidos por todo aquel iqueño que se prestaba a tener un buen paladar. La gente recorría toda la ciudad para tocarle la puerta a doña Elena y comprarle una bolsita de toffees. Ella las vendía personalmente, llevaba sus cuentas en un pequeño cuaderno.Poco a poco la receta fue perfeccionándose y doña Elena decidió tomar un riesgo importante: vender sus dulces en la capital. En esa época Sears resultó ser el lugar más apropiado para vender su producto, pues era un espacio que se adecuaba muy bien a las características de lo que vendía: atención personalizada, productos exclusivos y distinción como establecimiento serio.

Al principio doñaElena compraba en Lima unas pequeñas cajas de aluminio y unos sellos de papel con pegamento en los que había mandado a hacer una inscripción: “Chocolates Helena”, con esa hache al comienzo que funcionó desde siempre como detalle distintivo. No tuvo que transcurrir mucho para que el éxito obligara a la sra. De Panizo a perfeccionar lo que recién entonces se comenzó a llamar “producto”.

Mesesdespués, la demanda de los toffees hizo impostergable la compra de envases especiales en Estados Unidos, envases que tenían un sello de seguridad. “Como la cosa iba bien”, cuenta Manuel Panizo, gerente general de Helena Ventas e hijo de doña Elena, “mi padre decidió construir una cocina especial para repostería en un área del jardín de la casa. Fue un regalo para ella”. Por entonces, sólo eran lostoffees, pero se percibía que la pequeña empresa necesitaba ofrecer otras cosas, así nació el Pecanroll, una especie de toffee con pecanas envuelto en chocolate, al principio se ofrecía envuelto en papel celofán y luego apareció la caja distintiva.

“Chocolates Helena” empezó a surgir como una marca conocida en todo Lima. Después aparecieron los bombones – “se llegó a más de 50 tipos de bombones”- yluego vino la idea de poner una tienda. La explosión de éxito vino con las tejas y chocotejas.

De la cocina a la fábrica

Las tejas de “Chocolates Helena” aseguraron a la empresa su principal acierto: convertir un producto de la región en un dulce que, sin perder sus cualidades artesanales, se consumiera en forma masiva. “Chocolates Helena”, inteligentemente, empezaba a hacer de la tradicióniqueña una garantía de calidad y un emblema de su marca. Además, como ya de alguna manera se habían especializado en chocolates, decidieron unir ambas cosas: las tejas – el producto de la región – y los chocolates – el producto original de la empresa -, y así nacieron las exitosas chocotejas.

Por entonces “Chocolates Helena” era todavía un negocio familiar y la dinámica creativa consistíabásicamente en un intercambio de ideas entre doña Elena y su marido, quien trabajaba en la sucursal iqueña de Inca Kola y conocía muy bien el neocio de la distribución y la comercialización de productos. Recuerda Manuel Panizo que cuando la empresa llegó a un punto en el que era evidente la necesidad de expandir sus puntos de oferta, se llevó a cabo un conversación crucial: “Mi padre, que siempre laayudó en la forja del negocio, le decía: mira Elena, si tú tienes un cilindro y le taladras dos huecos, se te va a vaciar en una hora. Pero si le perforas cuarenta huecos se va a vaciar en cinco minutos. Por eso es imprescindible que pongas más puntos de venta. Y entonces mi madre le respondía que los dulces no eran como las gaseosas, que eran un producto mucho más delicado, que necesitaban...