Christian Huygens

Aunque llevaba algo de prisa, se paró delante de la casa del diplomático. Hacía mucho que no pasaba por allí y ya iba siendo hora de volver a hablar con el hijo de Constantjin. Le llevaba, además, su último libro. El chaval era un poco joven aún, diez años, pero destacaba por su agudeza y su inteligencia. Pasó los dedos índice y pulgar de la mano derecha por su afilada nariz y se retocó un pocola perilla antes de golpear la puerta con su bastón. Espero con la cabeza inclinada, mirando al suelo, y dejando que su abundante cabellera negra y semi rizada ondera un poco al viento.
Abrió la puerta el propio Constantjin quién, al reconocer a su amigo, no pudo reprimir estrecharlo entre sus brazos con un sonoro “René… ¡cuánto tiempo!”. Hablaron unos minutos de sus cosas antes de que Constantjinllamara a su hijo. Como le había dicho hacía un rato a Constantjin, René le quería regalar uno de sus libros a Christian. Constantjin tuvo que volver a gritar su nombre un par de veces más antes de que ambos adultos escucharon el tremendo ruido que hacían los pies de Christian mientras bajaba corriendo las escaleras. A la carrera, se abalanzó sobre el visitante, quien apenas pudo levantarlo delsuelo al abrazarlo. Hacía tiempo que el filósofo no se pasaba por casa, así que, en cuanto Christian notó que sus pies volvían a estar sobre el suelo, buscó y buscó el regalo que, con toda seguridad, René le habría traído. “Creo que ya se lo puedes dar”, le dijo René a Constantjin, quien tenía el libro entre sus manos. Los ojos de Christian se abrieron como platos, cogió el libro y, sin despedirse,subió las escaleras corriendo para sumergirse en la lectura de aquellas páginas. Sin embargo, a mitad de camino se paró en seco, miró a su padre y le dijo “qué nadie me moleste, papá”. Llegó hasta la habitación, cerró la puerta de golpe, se sentó en la cama junto a la ventana y leyó el título: “Discurso del Método”, René Descartes, 1637.


El mundo es mi patria; la ciencia, mi religión. Añosmás tarde, aquel niño que se deleitaba leyendo los libros escritos por René Descartes, amigo de su padre, resumiría su filosofía con esas palabras.
Christian Huygens nació en Holanda, en 1629. Su infancia estuvo muy marcada por las amistades de su padre, Constantjin Huygens. Constantjin, diplomático, poeta y músico, hombre del Renacimiento, educó a su hijo en una casa visitada continuamente porpensadores distinguidos. Descartes, sin duda, fue uno de ellos. Admirador del pintor Rubens, Constantjin descubrió a un joven artista llamado Rembrand van Rinj. Por tanto, Huygens no pudo evitar crecer en un ambiente de pasión por las artes y las ciencias. Así, se hizo experto en lenguas, dibujo, derecho, ciencias, ingeniería, matemáticas y música.
Mientras preparaba el programa del pasado 27 denoviembre de 2010 pensé: “¡Dios mío! Hablar de Huygens me llevará días!”. Así que opté por sacar un listado de algunas de las cosas en las que Huygens fue el primero. Disfrutadlas.
Fue el primero en…
• Fue el primero en analizar con un microscopio esperma humano. Explicó que los microbios podían vivir en el aire y reproducirse en el agua: explicaba así por qué la vida podía surgir en el zumo deuva fermentado o en carne en descomposición sin tener que recurrir a la generación espontánea. Hasta Pasteur, no se comprobó que tenía razón. Leeuwenhoek (conocido por las mejoras que introdujo en el microscopio) y Huygens son los abuelos de la teoría del germen en la enfermedad.
• Fue la primera persona que, siguiendo las huellas de Eratóstenes, midió el tamaño de otro planeta.
• Construyó untelescopio astronómico de 5 metros de longitud. Su amigo, el filósofo Spinoza y pulidor de lentes, le ayudó en la fabricación del telescopio que utilizaría para sus descubrimientos en astronomía.
• Fue el primero en conjeturar que Venus está totalmente cubierto de nubes.
• El primero en dibujar un accidente en la superficie de Marte (una gran ladera oscura azotada por el viento llamada Syrtis...