Chuzadas del das

Era julio de 1991, y mientras sonaba “persiana americana” en las radios colombianas, el país entero se sumergía en la expectativa y el suspenso, esperando impaciente que los 74 representantes encerrados día y noche en el Centro de Convenciones Gonzalo Jimenez de Quesada, en la ciudad de Bogotá, terminaran el documento que cambiaría el panorama trágico que “hasta el momento” había marcado lahistoria del país. “La próxima carta de navegación” decían los expertos, “una que sí servirá” sentenciaban los ideólogos.
Entre los enclaustrados constituyentes se encontraban representantes de las diferentes especies políticas que confluyen en nuestro país, aportando a la naturaleza pluriétnica y multicultural que lo caracteriza. Estaban los influyentes políticos tradicionales (que el apellido“suena conocido” por ser el de un ex-presidente, ex ministro, ex senador, ex embajador o director de un periódico o canal nacional), los líderes indígenas expertos en el tejemaneje político occidental, los ex guerrilleros (algunos ex torturados), los religiosos ansiosos de encauzar a esta nación por los caminos de la “fe en la inspiración verbal de la Biblia”, los “objetivos militares” del EjercitoNacional, hasta de políticos novatos levitantes de optimismo por construir “una Colombia mejor”.
Finalmente el 4 de julio los líderes y cartógrafos políticos de nuestra nación se reunieron en el salón elíptico del Capitolio Nacional, y al son de la Orquesta Sinfónica Nacional, levantaron sus brazos para mostrarle a Colombia el injerto político-jurídico que tan diversas ideologías políticas (ycosmovisiones) habían elaborado: La Constitución Política de 1991.
El principal objetivo de esta Constitución, como de todas las constituciones, consiste en limitar de manera efectiva el poder de los dirigentes. Pero en esta ocasión debían hacer uso de los métodos más ingeniosos, teniendo en cuenta que el caso Colombiano se ha distinguido por ser una muestra fiel de la ambición del ser humano porel poder. Durante la segunda mitad del siglo XX los presidentes colombianos se obsesionaron con una figura jurídica llamada “declaratoria de Estado de Excepción”, la cual les permitía imponer las políticas que considerarán saltándose el debido proceso institucional, como el debate parlamentario en el Congreso, y suspendiendo, mientras pasaba dicho “estado excepcional”, los derechos fundamentalesde los colombianos, principalmente los derechos a las libertades y a la vida.
La estrategia de los constituyentes consistió en atacar por varios frentes, creando diferentes muros de contención al poder, entre los cuales se destacan: crear acciones o mecanismos de protección de los derechos fundamentales, implementar mecanismos de participación, propios de la democracia participativa, para quelos ciudadanos ejerciéramos la vigilancia y control constante de las políticas que nos propusieron los candidatos que posteriormente elegimos; fortalecer las instituciones, y entre éstas, los órganos autónomos de control que se encargarían de vigilar y controlar a los representantes posesionados en las ramas del Poder: al ejecutivo, al legislativo y al judicial.
Lo que los constituyentes no podíanprever es que 15 años más tarde el sistema de control, tan cuidadosamente pensado, sería transformado en sus cimientos al reformarse la Constitución para implementar la reelección presidencial. Podría plantearse que esta es una de las razones por la cuales en la última década han surgido varios escándalos protagonizados no sólo por las tradicionales ramas del poder, sino también por los nuevosórganos de control, como es el caso la parapolítica, la yidispolítica, el “Watergate Criollo” y los “falsos positivos”.
Por Watergate criollo se entiende el episodio de las chuzadas realizadas por el DAS, contra congresistas de la oposición, magistrados de las Altas Cortes y periodistas, al parecer bajo órdenes de la casa de Nariño (no se sabe si las ordenes provinieron del Secretario de la...