Ciancias

EJEMPLOS DE ENSAYOS MENORES A UNA PÁGINA

EL MERCURIO día a día
Jueves 23 de Septiembre de 2010
¿Adiós a Dios?

El innegable escepticismo vigente en estos tiempos pareciera haber causado mella en muchos que, al menos por lo que afirman, dicen haber despedido a Dios de los deseos de su corazón y de cualquier alusión a Él en los asuntos de la esfera pública. Casi da la impresión de que esmejor ni nombrarlo, dado que si alguien lo hace, se expone a ser tildado negativamente con epítetos de distinta naturaleza.
Aunque todavía no se ha llegado a tal extremo, a veces llego a suponer que no falta mucho para que quien sostenga ser un sujeto de fe sea observado con sospecha y arrinconado en el círculo de los extravagantes o, vaya uno a saber, considerado un "peligro para la sociedad".¡Qué exagerado es usted, Rodericus!, podría sostener un lector de esta crónica o un contradictor de este juicio. Y, sin duda, quizás esa persona tenga razón. Pero, pese a esta posibilidad de equivocarme en la conclusión, prefiero insistir en esta idea: si bien no es pertinente abusar y mal usar del nombre de Dios, tampoco cabe omitirlo por completo. Dicho de otra manera: quizás es un signo deprudencia no decirle adiós a Dios, ya que nadie ha podido corroborar que no exista.
RODERICUS

Miércoles 22 de Septiembre de 2010
Centenarios
En el Bicentenario ha sido inevitable rememorar las conmemoraciones de 1910. Las circunstancias eran, por cierto, diversas. El país vivía un ambiente de duelo por la muerte del Presidente Pedro Montt y la de su sucesor, Fernández Albano. Un sistemapolítico seudoparlamentario mantenía al gobierno en permanente crisis ministerial. Empezaba a evidenciarse la crisis del salitre, clave entonces en nuestra economía.
Ese panorama fue recogido, en términos excesivos pero sinceros, en la obra de un profesor fiscal, Alejandro Venegas, que con el seudónimo de Dr. Julio Valdés Canje escribió cartas al Presidente Montt y a su sucesor Barros Luco, dándoles aconocer lo que, a su juicio, eran los problemas que agobiaban a Chile. Para él, la crisis moral era el síntoma más alarmante de esta sociedad enferma: "Más que un síntoma, es la dolencia misma". Abomina de la educación que se imparte, con la cual el país no respondía a los desafíos de la modernidad. En definitiva, un desastre.
El diagnóstico puede ser discutible, pero destaca el ánimo del honestoy sacrificado trabajo de Venegas. Expresa a una nación desanimada, decaída. No es ése el espíritu que ahora se aprecia. Por sobre las diferencias, democráticamente naturales, hay un país que cree que "se la puede". Lo está intentando, y todo indica que le va a ir bien.
Corusco

EL MERCURIO día a día
Viernes 27 de Agosto de 2010
Árboles
Quizá, de todas las cosas que salieron de las manos deDios -excepto el hombre-, sean los árboles las más excelsas. Resumen de la naturaleza toda, son una existencia que se estira hacia el cielo mientras expande sus brazos por la tierra. Columnas solemnes, monumentos a la vida, los árboles son magnificencia, paz y bondad.
¡Qué maravilla es un árbol! ¡Cuánta vida reposa en él calladamente! ¡Qué fuerza contenida y qué quietud espléndida! Son la granmetáfora del silencio.
El profesor Tolkien hablaba con los árboles. Apoyaba su frente en el tronco y trataba de abrazarlo con sus manos. Y allí se estaba, largos ratos, intentando recoger el murmullo de la savia y la conversación de las hojas.
Por un árbol vino la perdición al mundo, y por otro su salvación. Principio y fin, comienzo y término, en los árboles -en nuestros amigos los árboles- talvez se contengan casi todos los misterios del devenir.
No por otra cosa muchos pueblos antiguos los veneraron, y a muchas de sus especies las tuvieron por sagradas. Nuestro árbol de Navidad, en cierta forma, recoge esas misteriosas devociones, esas creencias primordiales en las "ramas doradas".
¡Que vivan los árboles! Que no se los derribe... Pues así como las casas -que tampoco deberían...