CICLOS DE REPETCIÓN

No he muerto, ahora vivo en ti.
na, dos, tres... caían las gotas del cielo como lágrimas de las sensatas
nubes a la mitad del rojo diciembre. Sentía un vacío profundo en mi pecho,
algo que no se podía llenar con monedas, ni algún objeto material.
Ya había escuchado por ahí algunas historias locas de romance, como aquel
demente que por amor, asesinó a su novia colocándole una soga en layugular hasta que sus ojos se cerraron, y para finalizar se suicidó con la ayuda
de un gatillo y la velocidad de una bala diciendo que en la otra vida tendrían
la eternidad para estar al fin juntos.
Cosas tan macabras que el sentimiento los obligó a pensar, decir y hacer,
como si lo único que le diera sentido a sus vidas fuera compartir el tiempo al
lado de alguien más, y para nuestra desgracia ofortuna, tarde o temprano
así termina siendo.
Yo la veía caminar desde la ventana de mi oscuro cuarto que está en el
segundo piso, era testigo de cómo seducía a la noche y hacía que la luna le
tuviera celos, pues su cabello irradiaba luz; su rostro sonriente y el vestido
que llevaba puesto hacían juego perfecto.
Como cada sábado, ella salía a divertirse y yo me quedaba en casa, iba lejosde su hogar a maravillarse de otros paisajes, "Si tan sólo supieras mujer, que
el más bello paisaje no lo encontrarás aunque le des la vuelta al mundo, pues
bastaría con que te vieras al espejo" decía en mi mente un poco risueño. Yo
no encontraba la manera de detenerla.
Para ser sincero, no sé si fue un ángel o el mismo demonio quien vivía dentro
de su cuerpo, un día me hacía sentir bien, y alsiguiente estaba besando el
suelo.

Me sorprende el poder que tiene el amor para construir maravillas o
provocar la peor catástrofe usando únicamente las palabras, y es que mucha
gente aún no comprende lo que verdaderamente significan, son un arma de
doble filo, todo depende de quién las pronuncie o escriba y la manera en que
lo haga.

Yo sostendría mi guitarra, y le cantaría noche trasnoche hasta quedarme sin
voz.
Yo usaría la sangre de mi corazón para escribirle el más bello poema hasta
desangrar.
Yo acariciaría su piel hasta que mis manos envejecieran.
Yo le miraría hasta quedarme ciego.
Yo le diría las cosas más bellas hasta quedar afónico.
Yo haría tantas cosas… si ella así lo quisiera.

Pateando piedras, hijas de la calle, con la mirada abajo, imaginando ytorturándome a mí mismo con recuerdos y pensamientos que rondaban por
mi mente, mientras un loco rayaba los muros blancos con versos de amor. Yo
era lo que estaba entre el filo de la espada y la pared.
Yo fui la prueba evidente de que el destino tiende a vengarse de una u otra
forma cayendo sobre los hombros de quien guste provocarle desdichas... y
vaya que sabe atacar en nuestros puntos másdébiles donde sabe que no
podremos evitar el martirio.
Cada Navidad se va haciendo menos lúcida, y con el despiadado paso del
tiempo te das cuenta de que la esencia y ese espíritu que todos llevan dentro
se va ultimando: las personas perecen, se separan, crecen y ya no son las
mismas que cuando alguna vez conociste, y si a eso le agregas la estadística
que nombra a diciembre como el mes dondeocurre la mayor cantidad de
suicidios en todo el año, no es tan alentador.
Esa noche brindamos por tantas cosas, brindamos por lo que pasó, por lo que
no pasó, por los corazones rotos y los que están por romperse, brindamos
por lo que jamás fuimos, por nuestros sueños inconclusos y aquellos que sí
cumplimos.
Con la mirada abajo y las esperanzas muertas, estrellamos las copas de vino,
algunosen señal de victoria y otros lo hicimos por nuestros tropiezos, que a
fin de cuentas son parte de la vida.
Yo, que hablé con ella, reí con ella, y le di un poco de color a sus días grises a
cambio de su olvido y un amor barato, de esos que se encuentran a la vuelta
de la esquina, uno tan envenenado, tan plástico y cuadrado, tan falso como
una flor artificial, tan corto como un atardecer y...