Ciencia Ficcion
La ciencia ficción cuenta ya con más de cien años de historia, una vida comparable a la de otros subgéneros modernos como la novela negra o la historia de detectives, si obviamos los antecedentes clásicos que de forma puntual preludiaron su aparición. En ese tiempo la temática que Jules Verne dio a luz se ha diversificado y ha evolucionado, segregando sus propias corrientes (óperaespacial, aventura planetaria, steampunk) y movimientos (new wave, ciberpunk). Sin embargo, con el subgénero ya plenamente desarrollado, todavía no es fácil encontrar en él la madurez y la consciencia crítica necesarias para equiparar esta temática de indiscutible validez actual, en nivel y consideración, al resto de obras que han influido de forma trascendente en la literatura universal.Desarrollo:
En cuanto a la conciencia crítica, la ciencia ficción se enfrenta a un hecho y a un problema. El hecho es que gran parte de las obras que han alcanzado una distinción especial la han conseguido probablemente gracias al reconocimiento externo: 1984, Un mundo feliz, La naranja mecánica, Matadero 5, Fahrenheit 451... Novelas no convencionales, provocadoras en su capacidad de profundizar enconflictos importantes, de cuestionar la política, la sociedad, los sistemas, etc., pero cuya popularidad dentro de la ciencia ficción no supera en mucho la de obras de menor entidad.
El problema aludido está en la tendencia a enmascarar la falta de criticismo (en un sentido constructivo) tras criterios "especiales" que, por una parte, niegan la capacidad del lector/crítico en general paravalorar la calidad de la ciencia ficción y, por otra, le restan valor a las virtudes que han hecho clásicas las grandes obras, sustituyéndolas por otras que tienen más parte en la capacidad imaginativa del lector que en el talento creativo del narrador.
Es cierto que la ciencia ficción tiene más libertad —más radio de acción— para escoger sus parámetros. No obstante, esto es con más frecuencia unazancadilla que una virtud bien aprovechada, ya que los autores se recrean en aquello que, por ser extraño, creen no poder dar por supuesto, actuando en contra de la calidad propia de la obra. Incluso la importancia de esa libertad es discutible; a la hora de crear una situación inusual, extraordinaria, que rompa los parámetros del lector, cualquier escenario es apropiado, como han demostrado Rulfoo Kafka entre muchos. Con la ciencia ficción se pueden incluir novedades que añaden una panoplia extra de recursos y situaciones conflictivas, pero es indudable que estos también se pueden hallar sin entrar en la especulación. Con lo cual, la ciencia ficción es en potencia más variada, pero no necesariamente más (ni menos) profunda en un sentido humano que, por ejemplo, la historia de un americanoenamorado de una enfermera inglesa durante la primera Guerra Mundial (Adiós a las armas), o la de un esquizofrénico en una familia cuya una normalidad es sólo una fachada (Confesiones de un artista de mierda).
Por supuesto, la literatura en sí es un lenguaje con una estructura que va más allá de temas y argumentos y, como tal, habrá siempre un conjunto de criterios básicos para juzgar el valor(desde el punto de vista humano) de cualquier obra. El hecho de que lectores de todos los gustos y colores hayan sido capaces de seleccionar una muestra de obras clásicas de ciencia ficción es la prueba de que, lejos de ser ajenos a esta literatura, están simplemente utilizando su criterio, amplio, diverso y experimentado, para distinguir las obras perdurables de las desechables. A falta de unfiltrado más diáfano desde dentro del subgénero, sin embargo, otros autores de mérito se han de quedar en la sombra para el gran público (Ursula K. LeGuin, Daniel Keyes, Theodore Sturgeon, Connie Willis, etc.), mientras los nuevos autores se encuentran con que no existe presión alguna sobre ellos para superar las fronteras de la ciencia ficción.
Nudo:
Si se analiza con un poco de frialdad el...
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