Ciencia politica-notas
Pero ayer mismo, la prensa internacional detallaba la fluidez con la que se han dado sus relevos. A pesar de laseveridad del golpe, y de la conmoción social, las reglas han reafirmado la estabilidad. El cuerpo del jefe de Estado no es el cuerpo del Estado: si los individuos pueden convertirse súbitamente en cenizas,las instituciones deben asentar la permanencia. La constitución polaca prevé una sustitución automática del presidente. A la muerte de Lech Kaczynski, asumió funciones la cabeza de la Cámara Baja delParlamento. No fue necesaria ninguna reunión, ninguna deliberación, ninguna votación. El Estado no tuvo un instante de vacío. Dentro de dos semanas, el nuevo presidente convocara a elecciones y en unpar de meses el país habrá completado la renovación. Por eso puede percibirse en las crónicas que vienen de Varsovia, un orgullo que despunta entre el lamento por lo que ha sido la peor tragedia delpaís en los últimos cincuenta años. La sacudida emocional que supone la súbita desaparición del Jefe del Estado no descarrió la política. La firmeza de una joven democracia ha quedado demostrada.
Lacontinuidad simbólica del Estado ha sido una preocupación capital del pensamiento político. Ante la mortalidad de los hombres que gobiernan es necesario construir una pista de eternidad terrestre...
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