ciencia
Desde hace años existe un debate al respecto de si la industria farmacéuticamultinacional y nacional, con intereses legítimos en una economía de mercado y que se debe en el fondo a sus accionistas, realmente investiga o desarrolla fármacos nuevos que puedan suponer un tratamiento yuna esperanza para muchos ciudadanos del mundo, especialmente para aquellos que viven en países de renta baja, que sufren enfermedades muy importantes en cuanto a su carga en la salud, como el SIDA,la malaria o la tuberculosis, o que sufren también las denominadas enfermedades olvidadas como la enfermedad de Chagas, la filariasis o la esquistosomiasis.
La respuesta es negativa en términosabsolutos. El famoso "gap" 90/10, que indica que se investiga en salud dedicando un 90% de los recursos a enfermedades que solo suponen el 10% de la carga de enfermedad mundial, apenas ha mejorado en laúltima década.
La mayoría de los laboratorios farmacéuticos dedican esfuerzos a investigar fármacos contra el cáncer, el Alzheimer, la obesidad o la depresión, que tienen su mercado potencial en lospaíses de renta alta, principales consumidores de fármacos del mundo (notablemente los EEUU). Tras múltiples fusiones y adquisiciones de compañías farmacéuticas, la realidad es que la investigaciónbiomédica privada está en manos de muy pocas empresas, en las que predominan claramente los criterios de rentabilidad y beneficio.
Cabe recordar que la industria farmacéutica está dentro de las másrentables del mundo, por encima de los bancos, las telecomunicaciones o los ordenadores. Además, la industria farmacéutica sigue argumentando que invierte una gran parte de sus presupuestos en...
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