ciencia
sin sacar beneficio material alguno de ello? El economista evolutivo Herbert Gintis, de la
Universidad deMassachusetts, ha demostrado que esa conducta podría ofrecer ventajas
adaptativas. En su modelo, los grupos sociales con un porcentaje de castigadores
superior a la medía son más capaces de superarguerras, pestes, hambrunas y otros
desastres por el estilo, que amenacen al grupo entero con la extinción o la dispersión. En
esas situaciones se quiebra la cooperación entre agentes con interesespropios porque es
muy improbable que haya interacciones futuras entre los miembros del grupo. Los
castigadores disciplinan a los agentes que obedecen a intereses propios, por lo que resulta hartomás probable que sobreviva el grupo. Los individuos que castigan no son,
claro, conscientes de este mecanismo evolutivo, la venganza, sencillamente, les sabe
dulce.
La gente espera que haya equidady solidaridad dentro de la mayoría de los
grupos, sea de niños en un campamento de verano o de jefes de la Mafia. En última
instancia, los criterios morales determinan una parte esencial de lavida económica.
¿Cómo pudo la evolución crear semejantes formas de conducta social? Esta es una
cuestión central de la teoría darwinista, Puede que parezca difícil de casar la abundancia
de actosaltruistas -que aprovechan a quienes los reciben, pero les cuestan a los
donantes- con la idea del gen egoísta, según la cual la evolución actúa sólo, en su nivel
básico, para promover los genesmás aptos en obtener su propia proliferación. Los
beneficios y los costes se miden en la moneda biológica final: el éxito en la reproducción.
No es probable que se extiendan entre la población genesque reduzcan ese éxito.
Generosidad darwinista
El estrecho parentesco entre los individuos explica el enorme grado de cooperación
de los insectos sociales. Pero la cooperación humana se da...
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