Ciencia
La negativa al uso de la violencia no implica necesariamente cambiar la ideología política. De hecho, muchas personas no practican personalmente la violencia, pero apoyan opcionespolíticas o morales que la promueven o no la excluyen. Precisamente del análisis de estas limitaciones, surgió la llamada no violencia, porque no es solo la renuncia al uso personalde la violencia, sino una ideología que representa toda una propuesta en positivo para entender los conflictos y para transformar la sociedad. Desde una perspectiva no violenta, losavances históricos de la Humanidad vendrían de su capacidad de evolucionar cooperativamente, dejando de reconocer a la violencia y la exclusión como "intrínsecos al ser humano", y encambio entenderlas como tendencias promovidas por actores históricos con intereses determinados que ayudan a crear superestructuras como el complejo militar-industrial, que en uncírculo vicioso empujan la misma violencia de la que se alimentan. En este sentido, el quid de la cuestión de la no violencia es la negativa a la organización para la violencia: contra lacreencia convencional, no se pone el acento en la condena a la reacción personal violenta, sino en la preparación para la violencia. El problema de la violencia política sería laorganización para la violencia: la creación de ejércitos u organizaciones armadas que absorben tiempo y recursos humanos, cognitivos, reflexivos, políticos, científicos, materiales (quebastarían sobradamente para resolver todas las carencias cuya disputa originó el recurso a la violencia) con consecuencias catastróficas.
La no violencia también tiene relación conla apariencia: se opone a imponer la ideología y en cambio propone ganarse su lugar. Muchos movimientos llevan consigo el actuar con violencia, mientras que otros lo rechazan.
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