ciencias
de disparos, gritos de personas y algunas frases que no lograba
entender, ya que no eran dichas en mi idioma, de repente lo único
que pude escuchar fue una gran explosión y caí desmayada.
Al despertar me encontraba en un pequeño hospital, en primer
momento no lo supe, estaba tan confundida, no recordaba casi
nada de aquel día,sólo esa última explosión. Oí que alguien decía
“ha despertado”, entró una enfermera —lo intuí por su vestimenta
blanca—, me dijo que me habían llevado la noche anterior después
de haberme encontrado tirada en la explanada de la alameda,
que no tenía nada serio y podía retirarme en cuanto lo quisiera.
Me levanté y llamé a mamá, imaginé que estaría preocupada,
al responder sólo dijo “porDios, estas bien”, no me dejó decir
mucho así que sólo escuché.
Al llegar a casa me dijo que empacara, que nos mudaríamos.
Por mi mente pasó ir a casa de mi padre o de mi abuela, pero me
aterré al oír “Colombia”, no conocía nada de ahí, no sabría ni a
dónde iríamos a parar, pero a mi madre cuando se le mete una
idea de ese tipo no hay quien haga que cambie de decisión, por
lo cual no me quedóde otra más que tomar lo más que pude de
mis cosas y despedirme de todo lo que amaba, entre ellos mis
amigos y Guillermo, el chico con el que llevaba saliendo ya un par
de meses; prometí volver cuando todo pasara y que estaríamos en
comunicación. Me vi alejarme de mi país, al despegar el avión, con
lágrimas en los ojos al recordar todo, mientras mamá explicaba
que llegaríamos a una casa quehabría rentado ya en Tolima, que la tendría que apoyar mucho con las labores de la casa y cuidando
a mi pequeña hermana Claudia, pero que no perderíamos el ciclo
escolar ya que nos había inscrito en un colegio. Mi mente no captaba
mucho la información porque estaba más ocupada en pensar
qué pasaría y cómo podría superar esto.
Llegando a Tolima bajamos y tomamos un taxi hasta nuestra
nuevacasa, para mi tranquilidad hablaban español y sería un poco
más fácil. Al llegar admiré mi casa, era pequeña, de color rojo,
dos pisos, un poco vieja, pero por lo menos era mejor de lo que
esperaba. Desempacamos y de inmediato tomé mi computadora
e intenté conectarme pero no tenía señal, enfurecida aventé la
computadora y me recosté, comencé a llorar hasta que el llanto
me venció y me quedédormida. Al amanecer mamá nos despertó
y nos llevó a nuestro nuevo colegio, al llegar todos nos miraban
extraño y hacían comentarios de mal gusto. Acompañé a Claudia
a su edificio y me dirigí al mío; los chavos me veían como si fuera
algo fuera de lo normal y eso me incomodaba, y las chavas me
veían con odio y eso fue lo peor porque me recordó la actitud
que tomé al llegar una compañera deChile; hasta ese momento
pude sentir lo que ella en ese momento, y me arrepentí tanto de
haberla hecho menos y hacer que se sintiera mal.
Todo el día fue igual, suspiré al escuchar el timbre de salida, casi
corrí por mi hermanita para salir de ese infierno, pero me detuvo
un chico que me dijo —“tranquila, ¿te pasa algo?, ¿te sientes bien?”,
a lo que respondí “sí, sólo déjame pasar”. Él me soltóy se quedó
mirando cómo pasaba corriendo, llegué por mi hermana, la abracé
y salimos de ahí. Ya afuera, mamá me marcó y dijo que no podría ir
por nosotras, que tendríamos que llegar solas a casa, pero no sabía
llegar, no tenía ni la más mínima idea, ya que todo el camino me
la pase pensando en lo que estarían haciendo mis amigos. Logré
ver al chico con el que había chocado en el pasillo; meacerqué, lo
saludé y pedí una disculpa por lo que había sucedido. Él sólo dijo
“no te preocupes, mi nombre es Ricky”. Charlamos por unos
minutos y le pedí ayuda para regresar a casa, me dijo que no
quedaba muy lejos y que el vivía muy cerca de ahí; además, nos
podría acompañar para sentirnos más tranquilas, le agradecí y
nos acompaño. Durante el camino fuimos platicando, le conté de dónde...
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