Ciencias
EVANGELIUM VITAE Juan Pablo II, 25 de marzo de 1995
INTRODUCCIÓN 2.- El hombre está llamado a una plenitud de vida que va más allá de su existencia terrena, ya que consiste en la participación de la vida misma de Dios. La vida es pues una realidad sagrada, que se nos confía para que la custodiemos con sentido de responsabilidad. Todo hombre puede llegar a descubrir el valor sagrado de lavida humana desde su inicio hasta su término, y afirmar el derecho de cada ser humano a ver respetado totalmente este bien primario suyo. En el reconocimiento de este derecho se fundamenta la convivencia humana. Los creyentes en Cristo deben, de modo particular, defender este derecho conscientes de que "tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único". Nuevas amenazas a la vida. 3.- Toda amenaza ala dignidad y a la vida del hombre compromete a la Iglesia en su misión de anunciar el Evangelio de la vida. Numerosos delitos y atentados contra la vida humana suceden en nuestros días: "Homicidios de cualquier género, los genocidios, el aborto y la eutanasia; todo lo que viola la integridad de la persona humana, como las torturas corporales y mentales, todo lo que ofende a la dignidad humana,como las condiciones infrahumanas de vida, los encarcelamientos arbitrarios, la esclavitud, la prostitución; también las condiciones ignominiosas de trabajo... corrompen la civilización humana, deshonran más a quienes los practican que a quienes padecen la injusticia, y son totalmente contrarios al honor debido al Creador" (GS 27). 5.- La presente encíclica quiere ser una confirmación precisa yfirme del valor de la vida humana y de su carácter inviolable y, al mismo tiempo, una acuciante llamada a todos en nombre de Dios: ¡Respeta, defiende, ama y sirve a la vida, a toda vida humana! ¡Sólo así encontrarás justicia, desarrollo, libertad verdadera, paz y felicidad! CAPÍTULO I.- "LA SANGRE DE TU HERMANO CLAMA A MI DESDE EL SUELO" ACTUALES AMENAZAS A LA VIDA HUMANA 7.- El evangelio de la vida,es proclamado desde el principio con la creación del hombre a imagen de Dios para un destino de vida plena y perfecta.
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En cambio la muerte entró en el mundo por envidia del diablo en forma violenta. Conocemos el relato de Caín y Abel (Gn 4,9ss). 9.- Dios no puede dejar impune el delito: desde el suelo sobre el que fue derramada, la sangre del asesinado clama justicia a Dios (Gn 37,26; Is26,21; Ez 24,7-8). La vida humana pertenece sólo a Dios: por eso quien atenta contra la vida del hombre, de alguna manera atenta contra Dios mismo. Caín es maldecido por Dios y es castigado: tendrá que habitar en la estepa y en el desierto. Pero Dios, siempre misericordioso incluso cuando castiga, "puso una señal a Caín para que nadie que le encontrase le atacara" (Gn 4,15). Le da una señal dereconocimiento que tiene como objetivo protegerlo y defenderlo frente a quienes querrían matarlo para vengar así la muerte de Abel. Ni siquiera el homicida pierde su dignidad personal y Dios mismo se hace su garante. Dios no quiso castigar al homicida con el homicidio, ya que quiere el arrepentimiento del pecador y no su muerte. 11.- Nuestra atención quiere concentrarse en particular en otro génerode atentados relativos a la vida naciente y terminal por el hecho de que tienden a perder, en la conciencia colectiva, el carácter de ‘delito’ y a asumir paradójicamente el de ‘derecho’, hasta el punto de pretender reconocimiento legal y la sucesiva ejecución mediante la intervención gratuita de los mismos agentes sanitarios. 13.- Las múltiples dificultades y presiones que parecen justificar laanticoncepción y el aborto nunca pueden eximir del esfuerzo por observar plenamente la Ley de Dios. 14.- La Iglesia condena la contracepción, el aborto, la esterilización, las técnicas de reproducción artificial y el infanticidio. 15.- Condena también la eutanasia. En el horizonte cultural actual, el hombre se cree señor de la vida y de la muerte porque decide sobre ellas. 16.- Los poderosos de la...
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